Sara carbonero coloca al Madrid contra las cuerdas por el caso Casillas

La presentadora se niega a abandonar su posición en la capital

Sara carbonero coloca al Madrid contra las cuerdas por el caso Casillas

En el Real Madrid existe el convencimiento de que la presión que está ejerciendo su pareja, Sara Carbonero, está siendo clave en la negativa de Iker Casillas de encontrar soluciones que no pasen por el pago total de su contrato. Si fuera por Iker, aseguran desde el club, cogería la oferta que tiene encima de la mesa y desaparecería con viento fresco.



Pero Sara no cede. Carbonero ha hecho de la 'humillación' a Iker un tema casi personal. Y fuerza la continuidad de Casillas. Los argumentos de Sara apuntan al orgullo del capitán: después de una vida de blanco no puede dejarse pisar. Casillas debe plantar cara a David de Gea. Permancecer en el Madrid y tapar bocas en el césped o en el vestuario: la sola presencia de Iker en el equipo genera mareos a un David que ha pedido que le despejen el camino: quiere un Real Madrid sin Iker. 

 

Además, Sara tiene su mundo profesional/personal en Madrid y no lo va a perder para dar un paso atrás. Las opciones deseadas por Carbonero para salir de la capital en Europa, Londres, pasan por un Tottenham que es un paso atrás en todos los sentidos. No hay nada mejor que el club blanco en el horizonte.

 

La presentadora no quiere educar a su hijo, Martín, lejos de Madrid . Ni va a arriesgar su 'posición' por Iker. La última medida que quiere tomar la presentadora es la de abandonar Madrid sin garantías y, según cuenta su entorno, Carbonero suele ser la más inflexible en la pareja. Además, está muy 'enamorada' de la casa -de Lydia Bosch y su ex marido, Alberto Martín- que la pareja compró por 2,5 millones de euros en noviembre situada en la exclusiva urbanización de La Finca de Somosaguas, en el municipio de Boadilla del Monte. 

 

Visto lo visto, seguir en Madrid es la opción más rentable: Casillas percibirá unos 15 millones de euros netos de aquí a que termine su contrato en 2017. Aunque se trata de un salario decreciente (cada curso percibe un poco menos que le anterior), no hay, por ahora, club que pueda pagarle semejantes cifras por dos años de contrato, tiempo que firmaría en caso de abandonar el Real Madrid: la mejor alternativa que tiene sobre la mesa no pasa de los 3,5.

 

Y es que un sueldo como el de Iker en el Madrid supondría abonarle casi 15 'kilos' brutos por curso, una cantidad que ningún conjunto europeo quiere soltar por un portero de 33 años: el Madrid se presta a echar una mano, pero a cambio pide que Iker renuncie al finiquito. No.

 

Benítez ya ha comunicado al agente de Casillas y al propio Iker que no cuenta con él. Pero Carbonero aprieta a Casillas y Casillas desafía al Madrid: no va a dar el paso que le pide Pérez sin tener atada una buena opción en el Viejo Continente y echa un pulso al presidente: qeudarse a calentar banquillo y vestuario, agotar el contrato hasta 2017 y salir entonces rumbo a la MLS.