Los clanes de poder en la plantilla que controlan el vestuario del Madrid

Sergio Ramos se erije como el gran nexo de unión de las distintas facciones

Los clanes de poder en la plantilla que controlan el vestuario del Madrid

Los equipos de fútbol son maquinarias complejas con engranajes medidos que encuentran en el vestuario la sala de máquinas que hace que todo gire con corrección y concreción. Hasta hace muy poco el vestuario blanco ha estado firmemente gobernado por el triunvirato que compusieron Ancelotti, Ramos y Cristiano, con Casillas al margen: el portero recibió la aceptación de los dos grandes tótems de la plantilla tras un temporada, la 2013-14, en la que vivió el vacío de sus compañeros por el el problema con Diego López.

 

Una cena en casa de Ronaldo acercó las posturas pero siguió dejando el mando en manos del portugués y el andaluz que ejerce la capitanía de 'facto' del Real Madrid con el visto bueno de CR7. Cada uno de ellos, por su lado, controla los diferentes núcleos del equipo.

 

Cristiano tiene bajo su ala a Coentrao, Marcelo, Pepe, James y al recién llegado Casemiro al que 'mimó' en su etapa en el Madrid.

 

Ramos, por su parte, se está trabajando a De Gea en la Selección ante una posible llegada del potero del United al Madrid y controla a los españoles: Isco, Illarramendi, Nacho, Jesé, Cavajal y un Arbeloa que es el otro líder de la manada de jóvenes de la casa que se refugian bajo su ala frente al grupo de los extranjeros.

 

Sólo Ramos hace de nexo común entre éstos, entre el grupo de Cristiano y los foráneos que van a lo suyo: Benzema y Varane, muy unidos. Modric - con muy buena realción con Casillas, Marcelo y Pepe- y Bale. Y Kross que ha quedado algo aislado tras la marcha de Khedira, su gran apoyo en el grupo.

 

Clanes a los que les une, en su mayoría, un sentimiento en común: su animadversión hacia Gareth Bale. El galés, a excepción del mencionado Modric, cuenta con la práctica animadversión del grupo.

 

Los Ronaldo, Ramos y compañía coinciden en señalar al ex del Tottenham como un tipo con doble cara, peligroso, con voz y voto en las altura y uno de los grandes responsables de la marcha de Ancelotti por las filtraciones sobre el italiano a las alturas a través de su agente y en primer persona.

 

Detalles que la plantilla no olvida y que han colocado a Bale en una posición complicada en el grupo que está viviendo con extremo recelo los movimientos de Benítez/Pérez para encumbrar al galés al liderazgo del equipo el próximo curso.