Gareth Bale estalla en el vestuario del Real Madrid tras el empate de Copa (Señala a varios cracks)
El galés tuvo que salir desde el banquillo para solucionar la papeleta
Gareth Bale está de vuelta. El galés volvió a jugar ayer para el Real Madrid después de varias semanas apartado de los terrenos de juego por culpa de las lesiones. Y lo hizo por la puerta grande. El extremo salió desde el banquillo en la segunda mitad del choque ante el Fuenlabrada, cuando los de 2ªB iban ganando 0-1, y puso una asistencia mágica para Mayoral y así calmar los ánimos. Bale fue la única buena noticia del conjunto blanco en la noche copera.
Más allá de lo mostrado ante el Fuenlabrada, Bale ha dejado claro que está preparado para ser titular desde ya. El galés está harto. No le han gustado ni un pelo todos los comentarios que se han dicho sobre él mientras ha estado fuera. Tampoco le gusta que le coloquen en uno u otro equipo día sí y día también. Se siente poco valorado en el club, y está dispuesto a cambiar eso.
Bale sabe que tiene la confianza de Zidane, y está convencido que en muy poco estará en el once de nuevo. Eso significará que alguno de los intocables caerá. Del 4-4-2 se pasará al 4-3-3, con la vuelta de la BBC. Modric, Isco o Kroos deberán ceder su puesto en el once a Bale.
Y es que Gareth marca diferencias. Ayer lo demostró. En pocos minutos sobre el terreno de juego, y tras volver de una lesión, aportó mucho más que otros como Dani Ceballos, que sí cuenta con el cariño de la hinchada. Bale vuelve para arrasar con todo y con todos.