Las mentiras -y una verdad- de la relación De Gea/ Casillas/ Florentino

Los protagonistas juegan sus cartas tras la falsa apariencia

Las mentiras -y una verdad- de la relación De Gea/ Casillas/ Florentino

Para entender lo que está ocurriendo en el Triángulo de las Bermudas Iker Casillas/David de Gea/Florentino Pérez que debería colocar al primero fuera del Madrid, al segundo en el Real y al tercero descansado, hay que ponerse en el lugar de cada uno. A saber.

 

De Gea: la mala fama de Casillas en la competencia directa con iguales es 'vox populi'. David  ha advertido a los suyos de las malas artes del capitán del Real. Su experiencia con Iker en la selección es nefasta. Tiene pánico a cruzárselo en el Bernbaéu. Y ha pedido encarecidamente a Jorge Mendes, su agente, y sus colaboradores que presione a Florentino Pérez/Real Madrid para sacarle de en medio a Iker. La petición ha sido trasladada: pagar lo que haga falta, pero que se vaya. Este es el deseo del futurible del Madrid. Mientras Iker esté en el Madrid no firmará.

 

Real Madrid: los mensajes que manda el club es que a De Gea no le importa encontrarse a Casillas en el Bernabéu, pero lo hacen para debilitar la posición de Iker, quien conoce de primera mano que el ex atlético no está por la labor de encontrárselo cuando aterrice en Madrid: en el Real saben de la mala relación Casillas/De Gea y las malas artes del capitán con el portero del United en la 'Roja'. Iker le hizo la vida imposible a Digo López y no quieren revivir ese infierno. Benítez le ha pedido a Pérez que le quite el problema de en medio antes de empezar. Si viene De Gea, Casillas no tiene sitio.



Y precisamente esa es la posición de fuerza de Iker Casillas: obligar al Madrid a pagar para perder de vista a un madridismo al que aborrece. Iker miente: ha advertido al club que su intención es quedarse, pero esto no es más que una medida de presión para que Florentino se rasque el bolsillo y le pague los 14 millones de euros netos, unos 30 coste club, que tiene firmado cobrar las dos próximas temporadas. El Tottenham le abre las puertas de Londres, única ciudad aceptada por Sara Carbonero para salir de la capital a regañadientes. Casillas afirma que quiere quedarse para pelear la titularidad a De Gea, incluso tira de ironía al afirmar que quiere que David fiche por el Madrid, pero odia la idea de ser el suplente del aún portero del United que tiene el puesto asegurado, está asqueado con los pitos del Bernabéu y los comentarios que se generan en los medios y lo único que quiere es cobrar y salir. Sabe que David lo mandará a la grada en el Bernabéu y le levantará el puesto en el Roja si se queda. 



Una realidad que Florentino Pérez tiene en su mano resolver haciendo lo que mejor sabe: tirar de chequera para contentar al capitán: los 14 millones netos que pide Iker para irse con viento fresco. Y echar el resto con el Manchester United -cuarto invitado al sarao- para que el fichaje de De Gea sea una realidad: el Madrid ofrece 20 millones y el club de Old Trafford se ha plantado en 40.

 

La solución a tanto embuste sigue sobre la mesa del presidente -pagar y olvidar- junto a una única gran certeza: nadie dice la verdad.