Los damnificados si Bale tampoco acepta jugar por la izquierda en el Madrid

Si son ciertas sus pretensiones, habrá que cambiar todo el planteamiento táctico

Los damnificados si Bale tampoco acepta jugar por la izquierda en el Madrid

Los análisis periodísticos apuntan desde hace semanas a que Gareth Bale será desplazado de la banda derecha que ha ocupado en sus primeras dos temporadas en el Real Madrid. El galés pareció adaptarse al puesto en el curso de su debut, un primer año complicado para él al no realizar pretemporada con el Tottenham. Rindió incluso mejor de lo esperado. Pero en la campaña que acaba de terminar, en la que se esperaba al mejor Bale, ha ido de menos a menos y ha acabado desquiciado, pitado por su propio público y con una sensación de falta de adaptación alarmante.

 

El Real Madrid sigue queriendo que sea el estandarte del cambio de imagen del club cuando Cristiano ya no esté y por eso el plan sería empezar a mimarle más desde este curso, a pesar de que moverle a la izquierda, su lado natural, haría que el astro portugués tuviera que abandonar su sitio, algo que sin duda provoca debate y la duda de cómo se lo tomará el aún flamante Balón de Oro 2014.

 

Pero las cosas podrían ser aún más complicadas que todo eso. Según As, Bale tampoco está a gusto con la idea de jugar pegado a la izquierda, una posición que ocupó en sus primeros años en el Tottenham para después explotar definitivamente como mediapunta. Ahí es donde él quiere jugar, avanzando por el medio, detrás de los delanteros y con libertad de movimientos. Una posición del campo con ya muchos candidatos a pelear por ella.

 

James e Isco tienen el ‘monopolio’ de esa demarcación, con el colombiano por delante aparentemente, y a la espera de ver qué hace Rafa Benítez cuando el equipo eche a andar realmente. El entrenador madrileño nunca ha sido del gusto del 4-3-3 que ha imperado en las dos últimas temporadas por imposición táctica de Carlo Ancelotti y porque era lo ideal para que jugara la BBC, línea ahora en peligro en cuanto a su concepción clásica. No se sabe qué sistema adoptará Benítez, pero si es el tradicional 4-2-3-1 que ha usado en casi todos sus equipos habrá problemas para ubicar no sólo a uno de los dos mediapuntas naturales, los mencionados James e Isco, sino a Benzema, Modric, Kroos, Casemiro, Illarramendi… y quien esté por llegar, si se refuerza el medio campo.

 

Incrustar a Bale como mediapunta hace que sobre un centrocampista puro, algo que engordaría el banquillo. Los fichajes empezarían a tener que ‘chupar banquillo’ y se limitarían las opciones de jugar con más delanteros. Pensemos en la medular un once tipo 4-2-3-1 con el galés como ‘10’: Casemiro/Illarra junto a Modric/Kroos, con Cristiano, Bale y otro futbolista como interior derecho (James/Isco/los propios Kroos o Modric) y el francés arriba; O con CR7 de ariete, sin Benzema y con un medio más en la línea de tres por detrás del punta. Y todo ello sin contar con incorporaciones (¿Verratti? ¿Pogba?) Un lío absoluto. Pero el agente de Bale ya deslizó el malestar del jugador, que es patrimonio de la entidad.