El regalo de Reyes que pone en un serio aprieto a Zidane (y sentencia a un jugador del Real Madrid)
No hablamos de ningún fichaje 'bomba'. No es Mauro Icardi el que va a provocar un problema en el seno del vestuario madridista.

Estamos en día de Reyes, y ya os hemos contado en DB que Mauro Icardi se perfila como regalo para Zinedine Zidane en este final de Navidades y comienzo de la cuesta de enero en el Real Madrid. Pero ni el ariete argentino, si acaba llegando, va a ser el que termine de sentenciar, con sus números, a un peso pesado de la plantilla madridista. Las cifras hablan por sí solas, y parece que el jugador del que hablamos, que es, evidentemente, Karim Benzema, va a tener problemas incluso de parte de sus propios compañeros de plantilla.
Y es que los números sonríen hasta a Borja Mayoral respecto al ariete francés. El joven delantero procedente de la cantera blanca aprovecha sus minutos, y muy bien. Y lo curioso es que la sensación que está ofreciendo su participación esta temporada es más bien de lo contrario. Mayoral, que la pasada campaña apenas dispuso de oportunidades en el Wolfsburgo, ha sido acusado de no tener nivel suficiente como para ser delantero suplente en el Madrid, pero por ahora está tumbando esa afirmación.
Mayoral no ha tenido muchas oportunidades. De hecho, es de los jugadores que menos juegan de la plantilla. Su suma total de minutos este curso es de 527 y, sin embargo, se las ha arreglado para marcar los mismos goles que el propio Benzema en lo que llevamos de año: cinco. Ante el Numancia, el pasado miércoles, marcó el 0-3 con un buen cabezazo, ya en el tiempo de descuento. Y fue el principal protagonista de la victoria que el Real Madrid logró, ya hace meses, en Anoeta frente a la Real Sociedad, además de salvar al equipo con otros dos tantos contra el Fuenlabrada también en Copa, en la vuelta de dieciseisavos. Sin duda, es un regalo de Reyes contra la sequía de los atacantes del equipo de Zinedine Zidane.
El delantero suele ofrecer, además, características bastante aceptables al juego cuando concurre: es capaz de aguantar el esférico de espaldas y de generar soluciones cayendo a banda. Sin alardes, pero es efectivo, al menos por ahora. Pero sobre todo, caracteriza todavía más la nefasta temporada de Benzema, arrinconado por sus pobres números y por su pobre estado de forma física y mental. Sólo Zidane le sigue dando toda su confianza... pero se queda sin argumentos.