El último movimiento en la portería deja a Iker Casillas en el Madrid
El aún capitán maneja una combinación de probabilidades que lo colocarían como intocable
Iker Casillas se agarra al Real Madrid como a un clavo ardiendo. Sus opciones, lejos de la capital, son nulas o escasas y, sobre todo, no cumplen con los requisitos de residencia y económicos exigidos por la pareja -Carbonero/Casillas- para salir de Madrid.
A esto, se suma una realidad mayor: el Manchester United se ha enrocado por De Gea. Dos opciones: cambio por Ramos, desestimado por el Real. O una morterada de euros que hacen prohibitiva la operación de un jugador en último año de contrato. El culebrón, continúa, y va camino de resolverse a largo plazo: De Gea podría llegar en los últimos días de cierre de mercado. El United ha avisado que no quiere dinero, ni lo necesita, y amenaza con retener a David en Old Trafford ni que el siguiente año salga libre. Habrá solución, pero no será de hoy para mañana. La temporada empieza a mediados de agosto y para entonces el Real podría tener únicamente a Iker Casillas en nómina si se empeña en esperar a De Gea y no otear otras opciones.
Y es que Keylor Navas con un problema en el talón de aquiles es sería duda para el inicio del curso. El tratamiento conservador al que se le está sometiendo es un melón por abrir que puede acabar empujando al portero al quirófano si éste no responde como debería al tratamiento. En tal caso Iker quedaría como primera y única espada para defender la portería blanca a la espera de De Gea/Navas. Eso o pagar ya el gusto y las ganas que pide el United para terminar con el tema de una vez per todas.