¡Florentino Pérez no espera más! La debacle de Sevilla cierra un fichaje brutal en el Real Madrid

No ha habido sitio, cabeza ni ganas para los partidos de Liga intersemanales en el Real Madrid. Este miércoles volvimos a ver la peor versión posible del conjunto de Zinedine Zidane, que sucumbió con claridad y de manera totalmente justa en Sevilla, ante un equipo que quiso, propuso y materializó más y mejor sus ocasiones. Joaquín Caparrós ha recobrado el orgullo y la agresividad de un equipo que estaba hundido, y le falta poco para dejarle metido en Europa y ligeramente salvado respecto a lo mal que pintaba hace tan sólo unas pocas semanas. En su último concurso entre semana había empatado el Real con el Athletic Club. Antes, perdió en Cornellá, o pinchó siempre que jugó Liga en día de no fin de semana.

Casi nada puede ser rescatado del encuentro de esta noche en el Pizjuán. Casilla volvió a hacer aguas, al igual que una defensa nefasta, en la que Vallejo siguió demostrando que aún le falta mucha contundencia para asentarse. Ceballos fue quien le puso más ganas, pero tampoco terminó de brillar; Theo completó un encuentro lamentable (su actitud en el 3-0 será comentada y podría ser su sentencia), y de los demás, nadie despuntó. No hubo fortaleza entre líneas, ni tampoco control, ni intensidad.

Hace falta un delantero

Pero sin duda, lo peor del equipo volvió a estar en la parte de arriba. Zidane dispuso un once buscando mucho control, posesión y sacrificio, pero pecó de precavido. El Real Madrid se ahogó entre pases insulsos, y fue de más a menos en el control, motivado por su falta de necesidades y, por tanto, de intensidad. Y su problema cuando atacó, durante todo el partido, es que carecía de un referente con instinto 'matador' en el área rival. Benzema se perdió cayendo a la mediapunta a ayudar a los centrocampistas, al igual que Asensio. Y Lucas estuvo más preocupado de correr mucho que de ser incisivo. Sólo Mayoral, en los minutos en los que estuvo en el campo, volvió a aprovechar su oportunudad.

Acabó cayendo el Madrid en el juego del Sevilla, que fue más al choque y al fútbol directo, buscándole las cosquillas a los centrales merengues. Todo esto demostró una gran verdad: a la larga, al Real le hace falta un delantero centro. Un nuevo goleador, que aglutine sobre sus espaldas la responsabilidad de 'enchufarlas'. Actualmente, si no está Cristiano Ronaldo, no hay nadie que asuma esa responsabilidad, cuando hasta hace bien poco había varios, no sólo el portugués.

Florentino Pérez tendrá que rascarse el bolsillo para traer a ese nuevo referente en ataque. Neymar, Kane o Lewandowski son los nombres propios, y cada vez hay más papeletas de que alguno de ellos acabe vestido de blanco la próxima temporada. No hay vuelta atrás. Pase lo que pase en Kiev, lo visto durante esta temporada ha demostrado que es hora de relevar a la BBC, y de renovar el plantel en ataque.