A Florentino sólo le queda una carta para intentar retener a Sergio Ramos
El jugador ya ha tomado una decisión, y pese a la llamada de Cristiano quiere abandonar el Real Madrid. Florentino Pérez intentará una última jugada para convencer al de Camas.
El presidente del Real Madrid no quiere aceptar la decisión de Sergio Ramos. Sabe que su salida del club es más que la de cualquier otro jugador. Él está en esa elite de jugadores que forman la columna vertebral de este equipo, aunque la directiva no quiera reconocérselo en forma de salario y posición. Por eso el de Camas ha tomado la decisión, se siente poco valorado, y tal vez ahora, cuando ya todo se sabe, el club empieza a tomar una postura que era la deseada por los Ramos. Pero posiblemente sea demasiado tarde.
Florentino Pérez no se resignará y quiere zanjar este asunto antes del día 10 de julio, cuando los jugadores están citados para empezar la pretemporada. Por eso ha hablado con Rafa Benítez, el nuevo técnico del Real Madrid, y le ha pedido que sea él personalmente el que hable con Sergio Ramos. Ya no sólo para decirle de la importancia de su aportación en el juego del equipo, sino de lo vital que es dentro del vestuario y del club.
Benítez ha aceptado la petición del dirigente blanco. De hecho ya pasó por algo parecido cuando en 2004 después de firmar por el Liverpool tuvo que interceder para que Steven Gerrard, otro de los símbolos de aquel club, no se fuera ya que estaba dispuesto a fichar por el Chelsea. Mourinho, que también acababa de fichar por el Chelsea quería a toda costa al jugador, y el club estaba dispuesto a pagar 36 millones de libras. Benítez no lo dudó, cogió el avión y se fue a hablar personalmente con el jugador que estaba concentrado con la selección. Le dijo que no podía irse, que era el jugador más importante de su proyecto, que era su casa y que si se quedaba iba a ganar la Champions. Todo se cumplió tal y como predijo el técnico madrileño.
Florentino quiere que Benítez haga lo mismo con Sergio Ramos. Sabe que ésta es su última carta de la baraja. Si no tiene el efecto deseado habrá que buscarle la mejor salida para recaudar el máximo, pero eso no es lo que más le preocupa el presidente en estos momentos.