Benítez no cuenta en el caso Ramos pero puede salvar a Florentino

El técnico tiene su opinión y poco puede hacer si ambas partes rompen, salvo imitar su éxito en el 'caso Gerrard' en 2004

Benítez no cuenta en el caso Ramos  pero puede salvar a Florentino

Mientras toda la actualidad en el Real Madrid gira en torno a polémicas por las turbulentas relaciones entre dos de los capitanes del equipo, Iker Casillas y Sergio Ramos con el propio club y su posible salida, Rafa Benítez disfruta de unos 'pseudo días de descanso' esperando a que la plantilla se junte para iniciar la pretemporada, pero también planificando ésta y todo el curso, al tiempo que empieza a confeccionar qué grupo quiere tener en su cabeza en su mayor reto como técnico hasta la fecha.

 

En sus planes, por supuesto, está Sergio Ramos. De hecho, el central de Camas habría sido uno de los pesos pesados que recibió una llamada del entrenador tras la presentación de Benítez en el Bernabéu hace días. El propio preparador madrileño confirmó, en declaraciones oficiales al club, que se había puesto en contacto con varios jugadores y que todo lo que había recibido de ellos era una "magnífica predisposición". Y seguro que así es. Pero como también será cierto que ni ellos ni él debieron hablar de esa otra vertiente que les ocupa en las últimas semanas.

 

Porque una cosa es la predisposición para trabajar con un nuevo entrenador, y otra bien distinta tener claro que se quiere seguir en un club. De las pocas cosas que parecen haber quedado claras para todas las partes desde el principio de la 'era Benítez' son las parcelas en las que cada estamento tiene poder y voto: "Mi parcela es el primer equipo", respondía el preparador en su primera rueda de prensa en el Bernabéu". Lo hacía en relación a una pregunta sobre su implicación con la cantera, pero se podría extrapolar a las decisiones sobre salidas y entradas. Ahí seguirá mandando la directiva y él tendrá poco más que una opinión que cuenta más o menos en función de lo que crea cada uno.

 

Con Ramos, como ya hemos dicho, claro que cuenta pero no habrá mucho que hacer por él si el sevillano decide irse o el club facilitar su salida. Sí puede intentar que una de esas dos partes no llegue a tomar esa decisión, es lo único en lo que puede influir. Algo que ya hizo en 2004 con Steven Gerrard. El año de su llegada a Anfield, tuvo que lidiar con un conato de salida del centrocampista del Liverpool rumbo al Chelsea. Parecía cerca, pero Benítez habló con el capitán y le convenció usando como único argumento su proyecto. Al final Gerrard se quedó y el equipo ganó la Champions, algo que recuerdan en El Confidencial.

 

Ese es el único 'caramelo' que Rafa puede mostrarle ahora a Sergio Ramos para no perderle: Un proyecto ilusionante, ambicioso y que haga al defensa pensárselo dos veces antes de marcharse. La cosa es que si lo logra por la vía deportiva, la más importante y a la vez la de menor peso en estos asuntos, le habrá salvado una papeleta complicadísima a Florentino Pérez de forma indirecta, justo en la temporada en la que el presidente queda más expuesto a la crítica exterior por sus arriesgadas decisiones, que están a punto de convertirse en jugadas de órdago: Una campaña posterior a un año en blanco habiendo echado a un técnico querido por la plantilla, Carlo Ancelotti, quizá echando a dos símbolos del vestuario y contratando a un entrenador que comienza con el hándicap de no ser excesivamente popular entre los aficionados. Puede ser el primer gol de Benítez como técnico madridista.