Luis Enrique tiene decidido dejar a Iniesta en el banquillo en 2015-16

Las peticioens de Arda Turan/Pogba responden a la necesidad de reforzar el bajón de juego de Andrés

Luis Enrique tiene decidido dejar a Iniesta en el banquillo en 2015-16

Las grandes tardes de Andrés Iniesta en el Barça están en cuenta atrás. Iniesta no es Iniesta. Ni en el Barça. Ni en la Roja. Andrés fue el héroe indiscutible del Mundial de Sudáfrica por su famoso gol ante Holanda. En aquel momento los méritos de Iniesta iban más allá de estar en el momento justo en el lugar idóneo. El centrocampista fue durante mucho tiempo el motor de una selección/Barça en la que era el único que rompía la monotonía con sus brillantes desbordes, y un firme candidato -favorito en la psique de una gran mayoría- a llevarse el Balón de Oro en aquella edición.



Mucho ha llovido desde entonces en la Selección y en el Barcelona y Andrés parece seguir viviendo de recuerdos. El bajón de forma del manchego esta última temporada preocupa en los dos lados.



El ‘8’ del Barça no es ni la sombra de lo que fue y eso deja a España y al club azulgrana en una situación muy complicada. No es ninguna locura decir que Andrés vive del pasado cuando no mira a puerta ni asiste más que una vez en un año natural en Liga. Para un jugador acostumbrado a ser clave en el equipo el mazazo para el futbolista ha quedado disimulado con los éxitos del triplete. Pero el drama está ahí.

 

Una realidad que no ha pasado por alto a Luis Enrique. Según ha podido saber este medio la insistencia en el fichaje de Pogba respnde a una única idea: dejar a Andrés Iniesta en el banquillo. Con la llegaa del francés alguien debe caer del once -Busquets, Rakitic, Iniesta- y el elegido es de Fuentealbilla. Una posición en la que, además, el galo podría explotar sus mejores virtudes dotando de fuerza/energía a la zona ancha.

 

Su temporada 2014/2015 ha sido decepcionante en números y en sensaciones. Neymar y Suárez le han comido el terreno como lugartenientes de Messi. Iniesta solo ha dado un pase de gol en toda esta Liga y cinco en Champions. Esto demuestra que su talento cae ya a cuentagotas, aunque tenga puntas como en Berlín. Demasiado poco para un Barça que se exige tener a los mejores en cada posición.

 

El problema para Andrés es que tiene 30 años y su bajón llega antes de tiempo, por lo que tendrá que esforzarse para encontrar un nuevo rol decisivo dentro de su equipo.



La prueba está en que los responsables técnicos culés aprietan al Barça para reforzar su posición con Pogba. Tras la salida de Xavi necesitan un centrocampista, lógicamente. Pero no están buscando nombres de perfiles bajos: la llegada de Arda Turan está encarrilada. Más pelea en el medio campo. Y menos opciones para Andrés que podría ver, como hasta el turco, le pasa la mano por la cara. 



Rakitic ha rendido mejor que el nuevo capitán azulgrana este año y Busquets juega algo más retrasado. La intención de Pogba con el Barça es moverlo a la posición de Andrés para ejercer el rol del manchego con los ojos cerrados.



En el Camp Nou ya no se recuerda un último pase decisivo, un cambio de ritmo con tino o una jugada marca de la casa. Andrés ya no es Andrés. Y tiene contrato hasta 2018.