Messi ya ha decidido cómo será su futuro con Argentina y con el Barça

Los palos sangrantes que ha recibido en su país por no ganar la Copa América habrian conseguido con otro llegar al límite de la paciencia y enviarlo todo a hacer puñetas. Ciertos sectores del periodismo argentino, que nunca han visto a Leo Messi como algo suyo, están tratando de echarle de la albiceleste. Messi está harto de ese acoso y derribo contra él en su pais que convierte en un juego de niños las campañas de determinados medios madrileños organizadas contra él de forma periódica y constante.

Sin embargo, después de analizarlo en frío con los suyos, con su entorno familiar más próximo, ha decidido hacer oídos sordos ante las críticas. Él es argentino, se siente argentino y no descansará hasta darle a Argentina lo que más desea: el Mundial. Y nadie, ni las críticas más feroces, le van a apartar de ese camino. Leo no se considera un fracasado con su selección por llegar a dos finales en apenas un año y perderlas las dos. Es cierto que le ha faltado chispa, especiamente en los partidos finales, pero sostiene que no se puede sentir fracasado por llegar a dos finales que no están al alcance de casi nadie.

Leo se marca ahora como objetivo el Mundial de Rusia en 2018, digan lo que digan los que en su país le quieren mal. Y desea también seguir en el Barcelona, en donde -salvo críticas interesadas que llegan desde Madrid-, no sólo ha recibido el reconocimiento generalizado por su juego sino que ha puesto este año las bases para ganar su quinto Balón de Oro... a pesar de Argentina

Messi seguirá siendo feliz en el Barça y deseando conseguir un día trasladar ese carácter ganador que le adorna en el equipo barcelonista a la selección albiceleste. Eso es lo que desea él y todos los argentinos. Includos los que le han crucificado con sus críticas despiadadas. Su abuelo ha manifestado en una radio argentina que "algo de eso hay", cuando se le ha preguntado por la posibilidad de que Leo decidiera abandonar la selección de forma temporal. Sin embargo, Messi no tomará decisiones drásticas de las que luego pudiera arrepentirse. Entre otras razones porque sabe que son muchos más los que están a su favor que los críticos.