Iker Casillas o coge el dinero y corre: cuando el madridismo tiene precio
El capitán elige salir del Madrid por la puerta de atrás pero con los bolsillos llenos
Iker Casillas se ha quitado la careta. El capitán ha exprimido al Real hasta el último día. Iker ha elegido salir por la puerta de atrás -no quiere despedias en el Bernabéu-, pero cargado de billetes. Mientras el Madrid le preparaba un homenaje por todo lo alto, el aún capitán preparaba la última encerrena al club: no perdona un euro. La despedida se la trae al pairo. Como el madridismo.
La fiscalidad portuguesa, menor que la española, y el deseo de Casillas de cobrar en bruto y no en neto lo que le resta de contrato con el Madrid, dos temporadas, han supuesto el enfriamiento de una situación que se ha resuelto a tiros.
La clave son las cifras. Iker cobraría en el Oporto siete millones netos, unos 10 brutos según la fiscalidad lusa. Para completarlos, el Madrid le ofrecería pagarle 5,5 kilos netos más para alcanzar así los 12,5 que cobraría en el club blanco estos dos años. Pero Casillas se remite al bruto, lo que ha elevado la operación hasta cerca de los 20 millones para el Madrid sumando las comisiones de intermediaros del entorno del portero que han salida como moscas en los últimos días. Unas cifras que sacan los colores en el club que esperaban que Iker levantar el pie. No ha sido así.
Tan cordial parecía el acuerdo definitivo que el club trabajaba estos días previsto para organizar un acto de despedida. Propuesta que el portero ha mandado a paseo tras la tensión de las últimas 24 horas. El club ntentará traer al Oporto en el Trofeo Bernabéu con las aguas más calmadas para escenificar un paripé. Peor que mal.