El balance a una semana de las elecciones en Can Barça lo deja todo abierto

Pocos clubes en el mundo tienen la suerte de poder elegir a quién les gobierne de manera democrática. Pocas instituciones deportivas pertenecen a sus socios y permiten una elecciones como las que se vivirán en el Camp Nou el próximo sábado.

Unos comicios que se anunciaron en enero, cuando el entonces presidente Josep Maria Bartomeu hubo de convocarlas ante la crisis institucional, deportiva y social que empezaba a adivinar tras la polémica derrota en Anoeta. Seis meses después todo ha cambiado drásticamente. Hoy, el Barça tiene un nuevo triplete y los que antes estaban señalados ahora son vistos casi como héroes. La imputación por el caso de Neymar o el affaire Qatar, que todavía irritan a algún sector del barcelonismo, parecen haber quedado enterrados por los éxitos de Messi y compañía.

Es por eso que Bartomeu, que se atribuye algunos de los méritos de la gran campaña del equipo, parece tener hoy en día cierta ventaja electoral. El último presidente del club hizo alguna acción para ganar votos antes de su marcha, como la contratación de Aleix Vidal. Asimismo, la llegada de Arda, pese a ser efectuada por la Junta Gestora que preside Ramón Adell, también parece llevar su firma.

Joan Laporta, que aparece como su rival más claro, siente que la intención de voto todavía no le acompaña como quisiera. Pero en 2003 ya vimos como el abogado tomó la delantera en la recta final de la campaña, así que cabe esperar que tenga preparado algún golpe de efecto. Los otros dos candidatos, Agustí Benedito y Toni Freixa, parecen hoy en día más rezagados. Aunque siete días en campaña todavía son muchos. Sea como fuere, el próximo 18 de julio, alrededor de la medianoche, el Fútbol Club Barcelona tendrá de nuevo presidente.