Cristiano Ronaldo marca el terreno a Benítez en su primer encuentro privado

El luso deja claro su estatus al nuevo personal a las primeras de cambio

Cristiano Ronaldo marca el terreno a Benítez en su primer encuentro privado

Rafa Benítez tenía una conversación pendiente con Ronaldo y a la que pudo la abordó. El técnico madrileño ha cogido el toro por los cuernos en Melbourne para sentra las bases del nuevo rol de CR7 en el Madrid. 

 

No habrá privilegios para nadie. Esta es la máxima sobre la que ha pivotado el discurso del técnico a Ronaldo. Una premisa que ha generado las primeras divergencias de opinión entre las partes.

 

Las rotaciones son una de las bases sobre las que Rafa Benítez sustenta su éxito/trabajo. El entrenador madrileño quiere implantar un nuevo método en el Real Madrid, un sistema de cambios que variará las alineaciones dependiendo del rival. Y Ronaldo pasará por ellas. El luso estará en el banquillo.

 

Rafa Benítez le ha explicado que el objetivo es tener al mejor CR7 durante todo el curso. Que esté fresco para rendir al máximo nivel en las citas más importantes. Cuando se deciden los títulos. De nada sirve ser Pichichi/Bota de Oro si esto no se traduce en éxitos colectivos. Se terminó la obsesión por el gol y por las marcas personales. En este Real Madrid no hay lugar para los egos.



Ronaldo deberá sacrificar su participación en partidos de menos trascendencia y su ansia goleadora, rivalidad con Messi y demás, todo ello en beneficio del colectivo.

 

Con Benítez ver a CR7 en el banquillo no será una locura. Es más, apunta a normal. Una realidad que Cristiano no ve clara: el portugués tiene una lucha consigo mismo y su máximo rival, Messi, para superar permanentemente sus récords. No soporta la suplencia. Cristiano necesita la máxima presencia sobre el césped en las que serán sus últimas temporadas al máximo nivel. No quiere perder su estatus de intocable. Y traslada a Rafa su reflexión: Ronaldo no entiende el fútbol sin él como protagonista. Comprende los postulados de Benítez pero no son los suyos. Encontrar el punto de equilibro será clave para evitar un nuevo caso Casillas/Ramos.