El mensaje que se esconde tras el fichaje de Danilo Barbosa por el Valencia
Tras el fiasco de Rodrigo Caio, el club no ha tardado nada en enmendar su error... a través de Jorge Mendes
Este miércoles, Danilo Barbosa se ha convertido en nuevo jugador del Valencia CF. Brasileño de 19 años y procedente del Sporting de Braga, el club portugués y el equipo valencianista han acordado un año de cesión con una opción de compra posterior, algo que sucederá casi con total seguridad si el chico responde a las expectativas.
Barbosa fue Balón de Plata del pasado Mundial sub 20 de Nueva Zelanda, en el que quedó subcampeón con su selección. Era favorito para llevarse el galardón a mejor futbolista del torneo. Tiene ya una campaña de experiencia a nivel europeo y ha destacado desde sus primeros años en Vasco da Gama, siendo un centrocampista todoterreno: Defensivo pero con buen toque de balón y potencia para llegar arriba desde segunda línea.
Era justo lo que buscaba el Valencia. Lo que el club che intentó con el fichaje frustrado de Imbula primero y la 'puñalada' de Rodrigo Caio por parte de Nuno, Lim y Mendes después. Una 'puñalada por detrás a Salvo y Rufete' y una acción que terminó con la salida de los dos del club por verse fuera de una operación que se gestó a sus espaldas y que encima no cuajó, con un enigma en torno al jugador que aún hoy no tiene explicación y puede que no la tenga nunca.
Sin embargo, si las tres pruebas médicas que Caio no pasó para ser jugador del Valencia y su espantada al Atlético de Madrid después emborronan ciertamente la figura de Mendes y Nuno, el agente luso ha seguido gozando de la confianza de la cúpula valencianista a la hora de buscar otra alternativa. No en vano, Danilo Barbosa pertenece a Gestifute, su empresa. Otro 'fichaje Mendes'.
Un nuevo negocio que refleja a las claras la consigna del Valencia para esta temporada: Una vez que Salvo y Rufete ya no forman parte de la entidad, nada impide que Peter Lim deje en manos del súper agente y del técnico la planificación total de la plantilla. Una decisión que, por supuesto, puede tomar ya que es el dueño del club y que es respetable. El tiempo y los resultados marcarán el acierto de la misma.