La versión silenciada del pacto de Lisboa destroza al clan Ramos

Florentino Pérez cumplió con la palabra dada al héroe de la Décima

La versión silenciada del pacto de Lisboa destroza al clan Ramos

Sergio Ramos puede salir por la puerta de más atrás el Santiago Bernabéu. La posición de fuerza del clan Ramos está dejando al descubierto las miserias de un jugador que se le ha puesto precio a cada beso dado al escudo del Real. A saber.

 

Desliza el entorno del presidente, Florntino Pérez, que las cosas no son como se cuentan. En concreto, hacen referencia a la manida promesa del presi a Sergio/René en Lisboa.

 

Los Ramos llevan meses agarrándose a la palabra de Pérez para forzar la mejora. Explican que en el vestuario de Lisboa, con la Décima de testigo, el presidente aseguró al héroe del partido colocarlo entre los mejor pagados de la plantilla, el único y gran sueño de un Ramos al que le gustan más los euros que a un tonto un lápiz: la fama de pesetero de Sergio es vox populi en el vestuario/club blanco. Pérez lo quiso premiar con lo más deseado por el andaluz que venía enredando y arrastrando envidias por los sueldos de otros compañeros que habían metido en un brete a plantilla y presidente.

 

La promesa, cuenta el entorno de Florentino, fue cumplida por Pérez: siete millones de euros limpios de polvo y paja. Pero incumplida a ojos de los Ramos que asaltaron el despacho del presidente con una exigencia de 10 kilos limpios por temporada durante cinco: más de 20 millones brutos anuales de coste para el club. Cifras que colocaban a Ramos, no como uno de los mejor pagados del equipo, como prometió Florentino, sino como el segundo mejor.

 

La ruptura de la relaciones llevó a una guerra fría en la que se habla de engaño, de promesa incumplida y que ha estado más caliente que nunca en este 2015. Tres millones de euros de diferencia para evidenciar que el madridismo de Ramos -sevillista de corazón- es de pasar por caja.