Las cinco claves tácticas del mayor desastre del Real Madrid en 6 años
No se vivía algo así desde el año 2009
Lejos de mejorar, el Real Madrid ofreció una de las peores caras que se le recuerdan ante el Schalke 04. El 3-4 y las sensaciones durante todo el partido rozaron lo inaudito incluso para los jugadores, que no sabían explicar qué es lo que les está pasando después de la (casi) debacle. Ni siquiera en los peores momentos de la etapa de José Mourinho se había visto nada parecido, ni en marcador ni en juego. Habría que remontarse a noches aciagas como las vividas en 2009 ante el Liverpool (4-0) en Europa o el Alcorcón (4-0) en la Copa del Rey para encontrar un desastre de magnitud similar. Si acaso sólo el 4-0 del Calderón hace algunas semanas se acerca a lo vivido este martes en el Bernabéu.
Ancelotti fue claro en la entrevista 'flash' a TVE justo al acabar el choque: "Es fácil de explicar. Ha fallado todo". Una afirmación que luego no continuó en sala de prensa, reconociendo no dar con la tecla de lo que le pasa al equipo. Son muchos los errores, pero básicamente se podrían traducir en estos cuatro:
1. Todo empieza por el centro del campo
Lucas Silva fue noticia antes del partido por quedarse fuera de la convocatoria. Una decisión extraña por parte de Ancelotti, cuando incluso se confiaba en que el brasileño, fichado por necesidad en el mercado de invierno, fuese titular ante el Schalke en otra oportunidad para foguearse. El trío de centrocampistas dispuesto sobre el terreno de juego fue el conformado por Toni Kroos, Isco y Sami Khedira. Los alemanes plantearon un encuentro desde la defensa, plantando tres centrales y dos carrileros que entraron por los costados con excesiva facilidad. Especialmente Fuchs, que nunca encontró en Arbeloa una oposición firme. Una vez más, Kroos se vio superado por el elevado número de jugadores contrarios que se le venían en las transiciones defensivas. Con Isco en una versión cada vez más agotada y Khedira fuera de forma y de sitio, muy tendente a perder la posición, el Schalke no encontró problemas para contragolpear.
2. Muchos espacios entre líneas. El equipo es muy largo
Como dos de los tres centrocampistas del Real Madrid no son mediocentros puros, cuando el equipo no está perfecto físicamente, con confianza y con el balón en su poder, sufre en exceso. El Schalke ganó todos los balones aéreos y el joven Meier fue el capitán de los ataques teutones, siempre colándose entre la defensa y los tres de en medio. El Madrid siempre daba segundas opciones en los rechaces y llegó tarde a todos los balones disputados. Esto también lo propicia el factor psicológico. Jugar alegremente con futbolistas de corte creativo exige concentración y confianza con la pelota, cosa que ahora el Madrid no tiene.
3. La BBC no ayuda y se ahoga sin suministros
Fruto de todo esto es, en parte, la mínima o nula ayuda que reciben el centro del campo y la defensa por parte de los tres delanteros, tema ya muy comentado pero que además redunda en su perjuicio. Ancelotti se vio obligado a cambiar al 4-4-2 a los 25 minutos de partido y aun así la actitud defensiva de los tres de arriba no fue la correcta. Se salvó Cristiano y sólo a ratos. Sin su ayuda, el medio campo se ahoga porque no tiene el esférico y sin él, a los atacantes no les llegan balones, lo cual contribuye a empeorar su rendimiento y provocar una desconexión total entre ellos, con el resto del equipo y con la grada. Es una situación que se retroalimenta.
4. Falta de contundencia en defensa y baja forma individual
La crisis blanca se agudizó anoche con una nueva mala: La defensa. Hacía quince años que el Real Madrid no encajaba cuatro goles en casa en la Champions (lo hizo el Bayern en la temporada 99-2000). No está siendo un buen momento para Pepe y Varane. Especialmente para el francés. Que el equipo no se junte y no sea compacto tampoco ayuda a su lucimiento. Y el equipo tampoco está contando con un buen Casillas. Todo suma. Otro aspecto demoledor anoche fueron los laterales, muy superados. Ni Arbeloa ni Coentrao están ofreciendo un nivel aceptable y Ancelotti se vio obligado a sustituir a ambos. Sintomático.
5. El peligro del hundimiento físico y psicológico
Las caras de los futbolistas y el técnico eran un poema tras el encuentro. La peor sensacion que queda es que el grupo intenta mejorar, pero no puede. Ni siquiera ellos saben lo que les pasa y ante el Schalke acabaron angustiados y sin ideas. Incluso para el mejor profesional no es fácil enfrentarse a la posibilidad real de hacer el ridículo. En estos momentos la plantilla está sufriendo una crisis de autoestima brutal, alimentada por la falta de buenos resultados. No hay confianza en uno mismo y sí miedo a perderlo todo. Una situación sólo reversible cambiando algo. La pregunta es el qué.