Trasciende el nombre del jugador del Madrid señalado por el vestuario

Varios 'grupitos' de la plantilla siguen viendo en Iker Casillas a uno de los grandes problemas de este equipo

Trasciende el nombre del jugador del Madrid señalado por el vestuario

El Bernabéu es soberano y ante el Schalke volvió a dictar sentencia. Iker Casillas es culpable. El aficionado madridista se despachó a gusto con la actuación del portero que ricibió una de las mayores pitadas de la noche – también hubo para Bale, Coentrao, Khedira o Arbeloa-.



Especialmente sangrante fue el criterio de la grada con Iker. El portero del Madrid sigue muy cuestionado entre el respetable de Chamartín. Ante el Schalke 04, el capitán erró en los tres goles del conjunto alemán y el público se lo recordó de inmediato. En el primer tanto visitante su intento de rechace terminó dentro de su portería. Bronca. En el segundo no pudo blocar el balón y Huntelaar lo aprovechó. Bronca. Y en el tercero, Iker se quedó mirando. Y más bronca.



La afición señaló a Casillas como el gran responsable de tres de los cuatro tantos de la goleada germana y le silbaron en varias fases del partido provocando un gran revuelo en el Santiago Bernabéu que terminaría abucheando a la totalidad del once. Unas críticas, las recibidas por Iker del público blanco, a las que se sumaron varios comentarios en los 'grupitos' de vestuario que siguen señalando al portero como uno de los grandes males del equipo. 

 

En el punto de mira

Varios son los jugadores del equipo, entre ellos Cristiano, que ya evidenció su malestar con el guardameta por la 'cantada' en el derbi, los que no esconden su preocupación por el alarmante bajón de forma del internacional. Estas mismas voces focalizan el problema en una cuestión de 'coco'. Nadie, en la plantilla, duda de la porfesionalidad de Iker, pero sí le acusan de no estar centrado en el Real al 100%.



Unas fuentes que afirman que el portero ya habría comunicado a su entorno más próximo la decisión en firme salir de Madrid el próximo verano harto de ser el centro de debates, reproches y de la presión que comporta su puesto en el club. Casillas, con su etapa más que cubierta y hecha como madridista, estaría más preocupado ahora en buscar nuevos retos de menor trascendencia que le permitan seguir 'trabajando' bajo otro nivel de exigencia.



Sea como fuere, lo que parece evidente es que los errores del guardameta molestan, aunque, a este sector más crítico del vestuario con el portero, le incomoda aún más la excepción de culpa que se otorga Casillas en algunos casos y la sensación de que el problema y sus consecuencias ya no va con él. Una actitud, la del capitán, que estaría dando galones a aquellos que entienden como necesario un toque de atención a Iker.