Prueba fallida del Barça ante el Manchester United en Santa Clara (3-1)

El conjunto azulgrana cayó derrotado 3-1 ante el equipo de Louis Van Gaal en un partido que no encontró la manera de hacer daño a la defensa inglesa. Rafinha fue el goleador azulgrana.

Prueba fallida del Barça ante el Manchester United en Santa Clara (3-1)

El segundo test para el FC Barcelona iba a tener mayores complicaciones que el debut ante Los Angeles Galaxy y muchas serían las causas para que este partido no fuera nada sencillo. Partiendo de la base del rival de mayor nivel que se encontraba delante con la figura del Manchester United de Louis Van Gaal, unas horas nada comunes en forma de dos del medio día en Santa Clara y un césped que Xavi Hernández no hubiese aceptado el segundo partido de la pretemporada azulgrana tenía trampa. Como buena prueba veraniega dejó apuntes para lo que veremos durante la temporada.

 

UNA DEFENSA LENTA Y MÁS RETRASADA

Luis Enrique le dio la titularidad a Vermaelen junto a Piqué y ambos demostraron su jerarquía con el balón en los pies. Louis Van Gaal los dejó libres, con tiempo pero sin espacios, ya que cubría todos los posibles pases a sus compañeros y los centrales tiraron de paciencia en busca de unos espacios que costaron encontrar.

 

En defensa, se vio un Barça muy lento, ya fuese por órdenes de Luis Enrique o por el momento de la temporada, los centrales azulgranas estuvieron casi todo el primer tiempo dentro de su propia área, dejando al equipo muy alejado de la portería contraria algo que tenía una parte buena y una mala: La buena era que el equipo se hacía largo y cuando recuperaban en su área con un balón largo dejaban prácticamente a los delanteros contra los defensas del United con medio campo por delante. La mala es que dejaban a los de Louis Van Gaal con mucho espacio y muchos hombres delante del área azulgrana.

 

LAS PROBATURAS EN EL BALÓN PARADO

En ataque, sin Messi ni Neymar, tocó el turno para Luis Suárez asumiera galones y en la primera falta en la frontal del área del partido el uruguayo la mandó al poste para sorpresa de un De Gea que estuvo muy atento y ágil todo el primer tiempo. En la segunda parte, Rakitic fue el encargado de los lanzamientos a balón parado demostrando su precisión sobre todo en los balones lejanos. En uno de sus centros al área Munir remató al poste.

 

En defensa, por segundo partido consecutivo el Barça recibió un gol a la salida de un córner. Llegados al minuto 7, Wayne Rooney remató solo en el centro del área pequeña sin oposición para abrir el marcador. Un problema que parecía solventado la temporada pasada de la mano de Unzué, parece desencajado en estos primeros partidos.

 

SIN MORDIENTE EN ATAQUE

Luis Enrique intentó darle al ataque la misma identidad que cuando juegan Neymar y Messi. Pedro hizo del brasileño y Rafinha del argentino, ambos con movilidad constante y libertad para alejarse de la banda cuando quisieran, eso sí, el inicio de los ataques ambos debían estar muy abiertos para dar espacio a los interiores.

 

Los interiores de Luis Enrique volvieron a ser asimétricos. Iniesta hizo de Xavi, manejando el timón, y primero Sergi Roberto y en el segundo tiempo Rakitic fueron liberados para llegar al balcón del área a la que pudiesen. Los disparos desde la frontal fueron una buena arma de un equipo que no encontraba la manera de hacer daño a la defensa del Manchester United. Luis Suárez, el jugador de mayor calidad y con más garra de la delantera acabó el partido con dos postes y un gol anulado de clara etiqueta uruguayo. Sandro y Munir, en el segundo tiempo, también usaron balas de fogueo y tuvo que ser Rafinha quien anotara el gol azulgrana (2-1) después de un buen centro de un Sergi Roberto que disputó el segundo tiempo como lateral diestro.

 

FALLOS DE CONCENTRACIÓN DEFENSIVOS

Si el 1-0 había sido un fallo de marcaje en el balón parado, el 2-0 y el 3-1 no dejaron mucho mejor a la defensa azulgrana. En el minuto 64, una rápida transición ofensiva inglesa llegaba al área y con los centrales azulgranas bajo palos Jesse Lingaard anotaba rematando un pase de la muerte desde la segunda línea sin oposición. El Barça acabó chafado contra su propia portería.

 

En el tiempo de descuento, tras anotar Rafinha el 2-1 que daba esperanzas al conjunto de Luis Enrique para empatar, el Manchester United volvió a castigar a una defensa demasiado pasiva. Un balón en largo a Januzaj, que se quedó solo ante un Marc Bartra mal ubicado de pies, provocó que el belga venciera en el 1x1 al defensa azulgrana y cerrara un encuentro trampa que deja a Luis Enrique con mucho trabajo por delante.