Otamendi supone la primera torta de Salvo y Rufete a Mendes en el Valencia
Las ofertas por él no llegan y se ha visto obligado a volver y entrenarse. El súper agente se esfuerza por buscarle una salida
El caso Otamendi ha cumplido un nuevo capítulo con la llegada del central argentino a Valencia este lunes. Ni su agente, ni Jorge Mendes ni él mismo querían que se llegase a esta circunstancia pero así ha sido. Y no por falta de esfuerzos, ya que han sido varias las reuniones que los intermediarios han mantenido con emisarios de los dos conjuntos que se disputan el fichaje del futbolista: El Manchester United y sus vecinos del City.
Las conversaciones han abarcado varios días incluyendo charlas en la vecina ciudad portuguesa de Oporto, pero de momento no se han filtrado ofertas en firme por el jugador. Esto lleva a pensar que, de momento, no se está alcanzando una cifra suficiente como para mover a Otamendi de Valencia. Todo pese a que la voluntad del central es marcharse, algo que él mismo dejó bien claro durante la pasada Copa América en Chile.
Otamendi debió pensar entonces que lo mejor era ser sincero desde la distancia y que no tendría que volver a Valencia para entrenarse con el equipo, pero no ha sido así. Y la imagen del futbolista corriendo por el césped de los campos de Paterna es todo un tanto que se apunta no ya el Valencia, sino un hombre que hace semanas que ya no pertenece al club: Amadeo Salvo. Él fue el que peleó por la continuidad del jugador y el que fijó un precio de 50 millones de euros, "dijera lo que dijera Mendes".
Parece que, pese a que ni Nuno, ni Lim ni el propio Mendes han abierto la boca por este detalle, la entidad che respeta esa cifra impuesta por Salvo y de momento no suelta prenda por Otamendi si no llega una oferta de semejante calado. Sin duda el primer revés serio para el agente luso desde que se encarga de la inmensa mayoría de negocios de entradas y salidas en el club valencianista y un gol para los que han tenido que marcharse por considerar que les estaban haciendo el vacío, Amadeo Salvo y Rufete.
Ellos saben que todas estas situaciones les benefician en la distancia o, al menos, lavan un poco lo que haya podido quedar de negativo en su imagen. Mientras tanto, Otamendi ofrece su mejor cara profesional en Valencia, en silencio pero esperando que todo se resuelva. Le toca a Mendes y su pericia para presentar una oferta realmente suculenta a Lim.