La eliminación del PSG dispara las alarmas en el Bernabéu y en el Camp Nou
El presidente Al Khelaiffi quiere responder con el fichaje de un número uno mundial a la eliminación de su equipo en la Champions League.
El PSG lleva una década construyendo un equipo a golpe de talonario con la intención de ofrecer a la ciudad de París el activo de uno de los grandes clubs del fútbol europeo. Y el PSG lleva una década estrellándose en ese objetivo, el de convertirse en grande de Europa, porque no consigue el requisito imprescindible para entrar en la elite: ganar la Champions League.
El club que preside Nasser Al-Khelaiffi no tiene problemas de tesorería con la inyección de petrodólares que llegan desde Qatar, y así ha conseguido formar una plantilla de grandes jugadores. Una de las mejores de Europa, sin duda. Pero la fórmula no funciona. Al PSG le falta dar un paso más hacia delante. Le falta la presencia en su plantilla de un auténtico número uno que tire del carro como hizo ayer Cristiano Ronaldo en el Bernabéu o como acostumbra hacer Leo Messi en el Barcelona.
Se entiende la preocupación que ha generado la eliminación del PSG en el Real Madrid y en el Barcelona. Tanto Florentino Pérez como Josep Maria Bartomeu saben que el presidente del PSG va a dar un golpe sobre la mesa, harto de irse para casa cada año en cuartos de final de la Champions, y se va a lanzar sin complejos a la caza y captura de un auténtico número uno. Y en este momento, sólo tres jugadores pueden satisfacer el ansia de venganza de Al-Khelaifi: Cristiano Ronaldo, Leo Messi y Neymar. En Francia dan por sentado que uno de los tres jugará la próxima temporada en el PSG saciando la sed de cracks de verdad de su presidente, al que le hubiera gustado ayer disponer de un Cristiano Ronaldo capaz de marcar tres goles en Manchester liderando el pase de su equipo a las semifinales de la Champions League.
De los tres candidatos parece Neymar el que más posibilidades tiene de caer en las redes del PSG. Trabajo tendrá Bartomeu para convencerle de seguir en el Barça si Al Khelaiffi saca la cartera y la pasa por delante del jugador brasileño mientras le garantiza un proyecto diseñado exclusivamente para que él lo lidere y aborde sin la sombra de Messi al lado el asalto al Balón de Oro.