El jugador del Madrid que lanza un 'ultimátum' a Zinedine Zidane
Podría ser la única salida que el técnico francés insinuó hace algunos días en rueda de prensa.
“No va a venir nadie y puede que salga alguien”. La frase es de Zidane, hace tan solo unos días, en una de las innumerables preguntas acerca del futuro de varios de los futbolistas de la plantilla del Real Madrid. La buenísima noticia sobre la enorme competitividad del plantel madridista 2016-2017 es tan cierta como el hecho de que se antoja imposible que todos los jugadores vayan a aguantar la perspectiva de estar un año prácticamente sin jugar. Y por eso, el debate en estas últimas horas de mercado es definir quién se irá de la casa blanca, con dos candidatos principales: Isco y James Rodríguez.
A ellos dos se suman otros dos nombres paralelos como opciones secundarias pero factibles: Mateo Kovacic y Mariano Díaz. En el caso del delantero hispano dominicano estuvo muy cerca de marcharse cedido y algunos medios siguen insistiendo en que ese es el camino que el club quiere que tome el chaval, pero no acaba de producirse ningún préstamo. De hecho, Zidane tiró de él en el partido del pasado sábado contra el Celta, cuando el encuentro marchaba con empate en el marcador y el resultado final era incierto. Señal de que confía en el canterano…
“Yo me quedo aquí para trabajar y aportar todo lo que puedo. Quedarme aquí es un sueño y tengo hasta diciembre para trabajar mucho y aportar todo lo que se pueda. He hablado con Zidane y decidí quedarme. Quiero luchar por jugar en este Madrid. Estoy aquí para aportar lo que el entrenador quiera”. Las palabras de Mariano en zona mixta después del partido desvelan dos cosas: que no será ahora cuando se marche y que sí podría hacerlo en Navidad, si no tiene peso en el equipo. Por tanto, es un reto pero también un aviso al técnico francés.
Así pues, podríamos estar ante la decisión final del Real Madrid en este mercado de verano: no dejar salir a nadie y esperar a ver qué pasa en estos primeros tres meses de competición. Habrá muchos partidos, lesiones, sanciones y también rendimientos diferenciados; y en función de lo que suceda, dar una o dos bajas en el mercado de invierno. ¿Podría ser esta la solución al dilema de los descartes en la casa blanca?