El Celta le hiela la sangre al Real Madrid: las claves de la derrota blanca

El Celta le hiela la sangre al Real Madrid: las claves de la derrota blanca

El conjunto gallego se lleva el triunfo de su visita al Bernabéu y pone de cara su eliminatoria ante el conjunto de Zidane

El Celta le heló la sangre al Real Madrid en dos jugadas clave. Por mucho que el conjunto de Zinedine Zidane fuera más incisivo que los gallegos, a los visitantes les bastó con sólo dos zarpazos para llevarse una pequeña ventaja en su duelo de cuartos de final en la Copa del Rey. Iago Aspas, que marcó el primer gol y asistió a Jonny para que anotara el segundo, después de que los locales recortaran diferencias por medio de un disparo afortunado de Marcelo, fue el mejor de un partido en el que Cristiano Ronaldo se mostró más protestón que voluntarioso. Las cosas, con todo, podrían haber sido menos graves para los blancos si Karim Benzema no hubiera enviado al limbo una clarísima ocasión para poner la igualada en el marcador.

La falta de pegada del Madrid.

 

No deja de ser sintomático que un equipo con tradicionalmente tanto gol como el que entrena ahora Zinedine Zidane se atascara de nuevo en ataque. Llegó más y mejor que el Celta a la portería contraria, pero pudo hacer que su aparente dominio tuvo consecuencias para el marcador. Sólo Marcelo, con un disparo afortunado, pudo perforar la meta visitante, y eso después de que el balón se estrellara en el cuerpo de un defensor.

 

 

La poca presencia de Cristiano Ronaldo.

 

El crack portugués del Real Madrid fue prácticamente una sombra sobre el césped. Sus máximas aportaciones fueron un gol anulado por fuera de juego y sus quejas ante una acción de Cabral que reclamó como penalti, si bien el árbitro del encuentro, Fernández Borbalán, no observó que existiera acción alguna merecedora de castigo.

 

La efectividad del Celta.

 

A los de Eduardo Berizzo les bastó con poco para dar el golpe en el Bernabéu. Tras un primer tiempo de tanteo entre ambos conjuntos, el Celta supo aprovechar perfectamente dos acciones rápidas para llevarse un gran premio, dos goles, con Iago Aspas como su jugador más determinante sobre el terreno de juego. La tan rápida como letal contra con la que neutralizaron el momentáneo empate de Marcelo fue todo un jarro de agua fría para los blancos.

 

El fallo de Benzema.

 

 

El delantero francés, quien estuvo inicialmente en el banquillo, tuvo una grandísima oportunidad para volver a igualar una contienda en la Copa. En esta ocasión, la letal puntería que mostró la semana pasada ante el Sevilla en el Pizjuán brilló por su ausencia. Y cómo. Su disparo, con el portero prácticamente vencido, pero ante una nube de piernas, se marchó por encima del travesaño cuando todo invitaba a pensar que llegaría el tanto del empate para el Madrid.

 

La fallida apuesta de Zidane.

 

El entrenador del Real Madrid decidió jugarse el todo por el todo en los instantes finales, apostando por multiplicar sus efectivos en ataque incluso a riesgo de comprometer la seguridad de su zaga con la entrada en los últimos instantes de Álvaro Morata. Su arriesgada jugada, en esta ocasión, no obtuvo el premio esperado.