El 'desertor' que empieza a poner nervioso al vestuario del Real Madrid

El 'desertor' que empieza a poner nervioso al vestuario del Real Madrid

Poco a poco se va definiendo la hoja de ruta a seguir por el conjunto blanco la próxima temporada.

Pase lo que pase esta temporada en el Real Madrid, se gane el triplete o se pierdan todos los títulos, cada vez está más claro que, después de un verano muy tranquilo, Florentino Pérez tirará de su antigua estrategia para agitar el mercado en 2017 y hacer que el club de Concha Espina vuelva a ser el Rey de la ventana estival de fichajes. Y cada vez están también más cristalinas las posiciones que reforzará el mandatario en función de las salidas que habrá en la plantilla.

Una plantilla que ya tiene perfectamente atada a su columna vertebral, un eje joven sobre el que pivotará el equipo en los próximos años (Kroos, Modric, Vázquez, Bale o Cristiano) pero con una entrada progresiva de nuevas caras. Una de ellas será a buen seguro un central, porque cada día está más claro que uno de los cuatro zagueros del actual plantel se irá en cuanto finalice la temporada: Pepe. El portugués está en el punto de mira.

 

Pepe

 

Según diversos medios, Pepe se irá al Hebei China Fortune que dirige Manuel Pellegrini, con un contrato y un salario con los que no puede competir el Madrid. De hecho, el divorcio entre el central y el club donde ha permanecido en la última década se debe precisamente a que el jugador quiere dos años más y la entidad solo le ofrece uno. Prima su edad, 33 años, a punto de cumplir 34 en febrero. La juventud, en especial Varane, piden paso y se mira con lupa la explosión de Vallejo en Alemania.

 

Sin embargo, hay otro detalle que ha empezado a poner nerviosa a la parroquia blanca sobre Pepe en las últimas semanas: Su larga ausencia en las convocatorias y en los partidos. Pese a que las informaciones apuntan a que está lesionado desde antes del Mundial de Clubes, no son pocas las fuentes que ya especulan con el típico pulso al club para intentar conseguir la renovación. Algo que sería totalmente sorprendente viniendo de un hombre que ha sido ejemplo de profesionalidad durante muchísimas temporadas, y además en un momento complicado para Zinedine Zidane, que afronta la final de este miércoles ante el Celta en Balaídos plagado de bajas y con solo dos centrales disponibles.