Así fue la cumbre en la Roja para disuadir el 'Me voy' de Gerard Piqué

A estas horas sigue siendo el tema más comentado. La noticia que dábamos ayer en este medio acerca del malestar de Gerard Piqué por el ambiente hostil levantado en su contra durante estos días en León le había hecho replantearse su futuro en la selección española. "Así, no sigo". Podría ser un resumen de sus pensamientos en caliente, viendo lo que él considera una campaña fomentada desde sectores madridistas que han aprovechado el conato de indignación que provocó su celebración del triplete del Barça, alusiones a Kevin Roldán incluidas.

Pero, para el central del Barça, la historia tiene poco que ver con Kevin Roldán. Casi nada. El episodio en el que mentó al cantante colombiano ha servido como trampolín para sacar a relucir detalles tontos del pasado que nada tienen que ver con su fuerte compromiso para con la Roja. Piqué siempre ha acudido a la selección dispuesto y con voluntad, se ha partido la cara dentro de un grupo en el que él mismo afirma que "se siente a gusto" por los compañeros -incluyendo los del Madrid- y el seleccionador. Por eso no entiende que todo se haya exagerado hasta tal punto de parecer 'el Casillas de la selección', como ayer mismo dijimos en DB.

Sin embargo, pasadas las horas y en frío, todo el enfado que el jugador tenía por dentro y que después no quiso mostrar de puertas para afuera, ha ido dando paso a un clima más reflexivo que ha llevado a Gerard a cambiar de postura, o más bien a no actuar tan llevado por los impulsos. En la zona mixta del Reino de León tuvo que ser comedido pero tampoco dio lugar a un arrepentimiento que no considera necesario porque sigue creyendo que no se equivocó. "Volvería a hacerlo", aseguró, aunque matizando: "Cada uno tiene su opinión y hay que respetarla". Por dentro no llevaba el asunto tan bien. De hecho, ha tenido que ser el seleccionador conjuntamente con algunos pesos pesados del vestuario de la Roja los que le han disuadido para que no deje el equipo nacional.

Huir a las primeras de cambio no habría sido nada beneficioso para su imagen. El propio Iker Casillas, amigos como Cesc Fábregas o Busquets y Vicente del Bosque, que se ha esforzado durante todos estos días por defenderle a capa y espada, le han convencido de que se lo piense. "Todo esto se pasará con el tiempo". Esa es la máxima que creen todos y que quiere creer un Piqué que considera que se le ha utilizado para fomentar un enfrentamiento que trasciende lo deportivo para ahondar en un tema político. Y no está para eso.

Así pues, Piqué quiere normalizar la situación y seguirá en la Roja de momento, aunque no seguirá como en la reciente concentración de León. Si los pitos y los insultos no desaparecen en las próximas concentraciones, no dudará en volver a replantearselo. Pero si todo se va apagando y se valora su esfuerzo con el equipo nacional como siempre se hizo antes de este aparatoso incidente, podremos decir que todo quedará en una simple anécdota desagradable.