Dejó a Steph Curry por 128M y es un enemigo de Draymond Green: final dramático con un ex de Lakers
El escolta pasó de estrella a suplente en medio año en Wizards
Desde que en verano saltó la noticia de que Jordan Poole dejaba los Golden State Warriors para comenzar una aventura lejos de la sombra de Steph Curry y de su enemistad con Draymond Green, se auguraba un muy mal destino al que fuera sexto hombre en San Francisco. Poole dejó un equipo ganador para firmar un contrato de 128M y ser la estrella de un equipo totalmente disfuncional como lo son los Washington Wizards, que medio año después de fichar a Poole, ya se arrepienten de su decisión.
Registros lamentables y directo al banquillo
Poco se esperaba Poole que su destino iba a ser el que ha terminado siendo en Washington. El escolta esperaba que, con una mayor cantidad de tiros, fuera capaz de convertirse en el All-Star que pensaba que era en los Warriors. Sin embargo, lejos de dar un paso adelante, demostró ser un jugador engreído, incapaz de jugar en equipo y cuyos registros distan mucho de ser los de un gran jugador.
Y es que, con 15,8 puntos por partido y apenas un 39% de acierto en tiros de campo y un 30% en triples, parece evidente que la selección de tiro de Poole es, como mínimo, muy discutible. Además, si a ello le sumamos 3,6 asistencias combinadas con más de 2 pérdidas por partido, salta a la vista por qué la titularidad le ha durado 55 partidos.
Por último, no hay que dejar pasar que, como equipo, los Wizards son el segundo peor equipo de toda la NBA.
Poole no será el único señalado
Pese a todo, la realidad es que Jordan Poole no es el único culpable del pésimo rendimiento de los suyos. En este sentido, un ex de los Lakers como Kyle Kuzma también está metido en el ajo. El ala-pívot estaba llamado a ser el otro líder del equipo junto a Poole. Sin embargo, su incapacidad para ganar partidos ha hecho evidente que, al igual que su compañero, Kuzma está muy lejos de ser un jugador de calibre All-Star, sino que, en el mejor de los casos sería un buen complemento para un equipo ganador.
Así pues, con la suplencia de Poole se confirma lo que los Golden State Warriors se temían. Pues, lejos de ser la estrella que esperaba, el escolta se ha convertido en un jugador que, con demasiado balón, resta más de lo que suma.