Ancelotti, Xavi y Guardiola, atónitos. Quédense con su nombre: Embolo

Ancelotti, Xavi y Guardiola, atónitos. Quédense con su nombre: Embolo

El futbolista del Borussia Monchengladbach pasa a la agenda de los grandes

Durante la pasada Eurocopa tuvo actuaciones portentosas con su selección, Suiza (verdugo de la Francia de Kylian Mbappé, Karim Benzema o Paul Pogba), que sorprendieron a los aficionados al fútbol que no lo conocían; y qué decir del pasado miércoles, donde fue el adalid de la increíble goleada (5-0) del Borussia Monchengladbach al Bayern de Múnich en la DFB Pokal, que valió el pase de su equipo y la eliminación del todopoderoso cuadro muniqués que dirige Julian Nagelsmann. Pues bien, quédense con este nombre: Breel Embolo; Ancelotti, Xavi y Guardiola lo han anotado.

Lo que ocurre con el jugador del equipo germano que goleó al vigente campeón de la Bundesliga es que, más allá de sus números, que esta temporada son muy buenos, es que es un jugador devastador para la defensa contraria. Corpulento, rápido, habilidoso e intenso, el futbolista nacido en Camerún, a sus 24 años, es de esos jugadores capaces de hacer de una tarde para la zaga contraria una pesadilla, lo que lo convierte en un recurso excepcional.

Piensen por un momento en equipos como el mismo Bayern, el Chelsea, el Real Madrid, el United, el FC Barcelona o el City y se darán cuenta de que algún momento, en uno u otro contexto, han recurrido a un juego directo, ya sea con balones a la espalda de los centrales o con centros laterales, que en el caso de Embolo son caramelos. El jugador del Monchengladbach, más allá de los dos goles que le hizo al Bayern, fue eso, una pesadilla apara Lucas Hernández y Dayot Upamecano.

Embolo

Es cierto que a Embolo todavía le falta alcanzar regularidad (esta temporada ha hecho en 7 partidos 3 goles y ha dado 3 asistencias, aunque no concuerdan con sus datos del pasado en el Schalke 04, donde no pudo brillar por las lesiones; sí lo hizo en el Basilea) pero su físico y sus características lo convierten en objeto de deseo de los grandes, que siempre buscan un jugador que fije a los centrales o los rompa al espacio: Embolo es perfecto para ellos, como bien sabe Nagelsmann, que lo sufrió en la copa alemana.