¡Increíble! Radamel Falcao se mete en la agenda del Barça por De Jong

Cuando Radamel Falcao recibió en el minuto 30 en la frontal de área pequeña, recortó fantásticamente a Gerard Piqué y disparó bajo, seguro y certero al lado contrario de Marc André Ter Stegen, pegado a la cepa del poste de la portería que defendía el alemán, anotando el primer tanto de ayer, más de uno entre la afición culé miró a su banquillo y entonó una pregunta que ahora no tiene respuesta y que sin embargo retrata al Barcelona con respecto al mercado de fichajes ¿Por qué no fue un delantero como El Tigre el elegido?

Sí, es cierto que Falcao está ya en su cuesta descendente de su exitosa y también accidentada carrera; y sí, con esta introducción se trata de usar al genial delantero colombiano como chivo expiatorio de la fallida política de fichajes culés, pero era demasiado tentadora la analogía como para dejarla pasar. En este sentido, ayer Ronald Koeman alineó en Vallecas a Sergio el Kun Agüero como referente en ataque, pero lo cierto es que el argentino, que también está en la recta final de su trayectoria, no es un nueve y, por tanto, no es el objeto de la crítica que ocupa al cafetero.

Kun es un fichaje que dará o no rendimiento, pero sí es un jugador de reconocido prestigio y olfato goleador; un jugador del nivel del Barcelona, sin embargo no pasa lo mismo con la decisión sobre el nueve del equipo, un Luuk de Jong pedido por el propio técnico neerlandés que sin tener la culpa ni comerlo ni beberlo es el reflejo de este Barcelona. Nos explicamos. Falcao es un elemento recurrente porque se sabía que ya no era el de antaño pero también que posee de forma innata recursos y capacidad técnica suficientes como para ser un revulsivo de lujo en LaLiga, como lo está siendo en el Rayo Vallecano; de primer nivel, de modo que si el Barça buscaba a la desesperada un nueve por un precio razonable, ¿por qué se fichó al descarte de Julen Lopetegui en el Sevilla y no a un futbolista reconocido que diera rendimiento en uno de cada tres partidos? 

Entiéndanos, este artículo no es una velada crítica al futbolista neerlandés, pero sí trata de plantear un asunto del que ahora el Barça (seguramente por el cesado Koeman) es prisionero: el míster fichó al tipo de jugador elegido, el cual ahora no juega y encima es foco de todas las críticas, sin tener culpa alguna ¿Y el perjudicado en este embrollo? El internacional orange y sobre todo el Barça.

Seguro que ni Kun ni Falcao (este último en mayor medida) están para jugar los 90 minutos durante todos los meses de competición, pero un refuerzo de última hora en un club de la magnitud del Barcelona, que además está peleado con el gol, exige arietes matadores, al estilo de El Tigre o el mismo Luis Suárez en el Atlético de Madrid. Ni el colombiano ni el charrúa, seguramente tampoco el argentino, están para medirse en una carrera de 30 metros con Raphael Varane, pero Koeman no buscaba con su 9 de urgencia eso, buscaba a un asesino del área, un goleador ¿No había mejores nombres como por ejemplo el del propio Falcao?