Humillan al Bayern de Múnich y el Barça se venga por todo lo alto

Humillan al Bayern de Múnich y el Barça se venga por todo lo alto

La jugada maestra de Koeman que ha seducido al barcelonismo

El Bayern de Múnich estaba de celebración hasta ayer, cuando el Hoffenheim le endosó cuatro goles y consiguió derrotar al equipo que entrena el alemán Flick. El Bayern acusó el cansancio de la final de la Supercopa de Europa contra el Sevilla. Los bávaros no tuvieron capacidad de respuesta ante un equipo que sabe a lo que juega y que, seguro, dará muchas sorpresas esta temporada en la Bundesliga. Para más inri, el fichaje casi definitivo de Sergio Dest por el Fútbol Club Barcelona ha sentado como un tiro en las oficinas del Bayern, pues el lateral diestro era el elegido para dar descanso a Pavard y asentar definitivamente a Joshua Kimich en el centro del campo.

El neerlandés de nacionalidad americana había sido el elegido por la secretaría técnica del equipo teutón para ser la competencia del campeón del Mundo, Benjamin Pavard. El francés no deja de ser un lateral limitado, al que le cuesta asumir un papel protagonista en ataque y está muy lejos de lo que ofrece en el otro costado Alphonso Davies. La idea del Bayern de Múnich con Dest era tener otro puñal en el lateral y sumar más armas ofensivas a un equipo que es una apisonadora. 

Sin embargo el Barcelona se ha entrometido y lo ha hecho, sobre todo, gracias a Ronald Koeman. El técnico conoce bien al jugador y ha sido el que ha convencido al joven lateral derecho. Recordemos que Dest es del año 2000 y que no tiene todavía 20 años, de ahí que su fichaje puede ser un golpe sobre la mesa para el club catalán. En Múnich sienten que han perdido la oportunidad de firmar, además a un buen precio, a un jugador llamado a dominar el fútbol desde su posición en la próxima década.

¿Es la operación del Barcelona una venganza al Bayern de Múnich por el 2-8 de hace un mes y medio? Sí y no. El club ya seguía a Dest desde hacía tiempo, pero que el Bayern se interesara por él hizo que la operación cogiera aún más fuerza. No es nada comparable a que te metan 8 goles, pero hay sensación de victoria en Can Barça. Una sensación que parecía ya olvidada. Algo es algo.