Siete meses después, Zidane se acoge a su crack ¡De él depende todo!

Siete meses después, Zidane se acoge a su crack ¡De él depende todo!

Increíble planificación blanca

Siete meses después (y unos días más) de que arrancara el Real Madrid en pretemporada (12 de julio), justo cuando en la cabeza de Zidane planeaba esa frase que hizo pública y le marcó (y que por supuesto no ha repetido en la que enseñaba la puerta de salida a su número 11), Gareth Bale -que de manos de su agente, Jonathan Barnett resaltó que no solo no se iba, sino que iba a ser determinante en la temporada- vuelve a tener en sus manos el destino del Real Madrid de las dudas y la falta de gol.

A Karim Benzema se le espera pero con poca credulidad. Se acepta con tanta facilidad que el francés es bueno en otros lares y que lo del gol en su persona es circunstancial, que se olvida que si el 9 de la plantilla no las enchufa, entonces ¿quién debe anotar? Y en esas está un Zinedine Zidane que, le pese más o menos, aún confía más en la capacidad mágica del británico para ser trascendental en las grandes citas que en el caos de Vinicius Junior, al que sigue viendo como la dinamita de la traca desesperada.

Santiago Bernabéu

Por supuesto todo esto señala directamente tanto al míster francés como al presidente blanco, Florentino Pérez, que posiblemente en el once de esta noche vuelva a ver los mismos cromos que llevan jugando, ganando y perdiendo desde hace un lustro, sin solución de continuidad desde el banquillo, donde el número 12 es otro vetusto referente, Isco Alarcón. La panificación señala que lo nuevo no ha ayudado (salvo Ferland Mendy). Y como en el Madrid todo es blanco o es negro, tanto el mandatario como Zidane saldrán reforzados o perjudicados en función del resultado.

Si el Madrid gana y convence, rompe la racha y anota más de un gol sin encajar, entonces la razón será para el entrenador infalible en la Liga de Campeones; pero si por el contrario el Madrid es incapaz de anotar, recibe algún tanto o pierde el choque, entonces el míster galo será ofrecido a los leones y la temporada tomará un cáliz muy oscuro que puede finalizar en hecatombe este mismo domingo ante un Barça con dudas, sí, pero con mucha pólvora, la que dan los Leo Messi, Antoine Griezmann y compañía (y pese a las bajas). En eso ambos equipos están en las antípodas.

Lo de Bale, por su parte, es esa incógnita, ese verso libre, distante y inelegible que tan pronto puede hacer brotar la esperanza como dejar hundido el ánimo merengue. Por tanto, siete meses después, el Madrid se mira al espejo en el Expreso de Gales y encuentra su actual esencia, porque esta noche ante el City los blancos son eso, una incógnita.