Enamora a Southgate y al Liverpool, y Florentino lo quiere ¡por 85 ‘kilos’!

Tal vez estén pensando en Harry Kane o Raheem Sterling como referentes de la selección con la que Gareth Southgate pretende eliminar la sequía inglesa de títulos nacionales, pero nada más lejos de la realidad. La batuta, el poder del juego y la capacidad de poseer la pelota no vendrá dada en Inglaterra ni por el punta del Tottenham ni por el extremo del Manchester City, sino por otro jugador que juega en la Premier League, está convocado por Southgate para los próximos compromisos y está llamado a dominar Inglaterra en la próxima década.

Y es por eso que tiene a medio país en vilo por su futuro, que está en el aire. El 10 inglés sigue a lo suyo, cumpliendo con su guion de excelencia sobre el terreno de juego, afirmando que su talento no es flor de un día y que vale con creces los 85 kilos en los que lo tasa su club, que se ha adelantado a los grandes clubes de Europa que le pretenden poniendo sobre la mesa una cantidad a partir de la cual pueden sentarse a hablar.

Porque el Leicester City no tiene intención de dejar marchar a James Maddison con facilidad. Los de la pequeña ciudad inglesa saben que desde Londres están como locos por contratarle, concretamente Mauricio Pochettino ha preguntado por él en sucesivas ocasiones. Y a la puja que abre el argentino se suman el Liverpool de Jürgen Klopp y el United de Ole Gunnar Solskjaer. Es normal en el caso de los red devils, que andan perdidos sin un organizador de categoría, algo que sí podría ser Maddison.

Y ahora hay otro club que suena con fuerza en la puja por el mediocentro inglés: el Real Madrid. No ha pasado desapercibido para Florentino Pérez el talento de Maddison y quiere saber si el jugador estaría dispuesto a vestir de blanco. Aún no hay contactos con él, pero le llegan voces de su entorno que aseguran que podría estar encantado con firmar por el Madrid, eso sí, previo paso por caja del Leicester. La primera opción blanca en esa posición para el año que viene es Fabián Ruiz, pero ojo con Maddison que empieza a posicionarse.