Deco cree que lo haría mucho mejor que Bardghji, pero ya no puede dar marcha atrás: está perdido

El canterano dejó el Barça y no piensa en volver

Deco cree que lo haría mucho mejor que Bardghji, pero ya no puede dar marcha atrás: está perdido

Una de las decisiones más duras del pasado verano fue la de aceptar la salida de Jan Virgili del Barça. El extremo formado en La Masía decidió abandonar el club tras comprobar que los planes de la dirección deportiva pasaban por fichar a Roony Bardghji, una joven promesa sueca que llegó para ocupar el puesto que, según Virgili, debía ser para él. El de Vilassar confiaba en tener un rol de suplente en el extremo derecho, pero Deco optó por apostar por el extranjero, creyendo que su talento podía marcar diferencias inmediatas en el primer equipo.

Sin embargo, el tiempo ha dejado en evidencia que la apuesta no ha salido como se esperaba. Bardghji no ha logrado consolidarse ni convencer a Hansi Flick, y su rendimiento está muy lejos de lo que prometía. Más allá de una jugada puntual ante el Olympiakos, donde una acción fortuita tras un resbalón terminó en asistencia, el sueco no ha demostrado la calidad que justificara su llegada. Su adaptación ha sido más lenta de lo previsto, y la presión por brillar en el Camp Nou parece haberle superado.

Deco asume el error con la venta de Jan Virgili

De este modo, Deco comienza a reconocer internamente que su decisión de dejar escapar a Jan Virgili pudo haber sido un error. El joven catalán se ha adaptado de maravilla en el RCD Mallorca, donde está teniendo minutos, confianza y crecimiento. Su evolución no ha pasado desapercibida para el Barça, donde varios miembros del cuerpo técnico siguen sus actuaciones con interés y cierta nostalgia.

Y es que, puestos a apostar por un talento joven, quizá habría sido más lógico confiar en alguien formado en casa, conocedor del estilo, de la presión y del sistema del club. Virgili, que ha crecido bajo los valores del Barça, habría ofrecido un rendimiento más inmediato y una integración mucho más natural.

Así pues, Deco vive con el arrepentimiento de una decisión que hoy se ve como precipitada. Bardghji no despega, Virgili brilla fuera y el Barça pierde una pieza que, con paciencia, podría haber sido muy importante para el futuro del club.