Celta de Vigo

El Celta de Vigo es uno de los clubes de fútbol españoles con mayor tradición en la liga nacional, puesto que han sido pocas las temporadas que ha permanecido en divisiones inferiores. 

Nació en 1923 de la unión de dos entidades deportivas en la ciudad de Vigo, cuna del fútbol gallego donde los británicos aprovechaban sus horas libres para practicar el deporte en los muelles. El club consiguió provechosos éxitos nada más llegar, como varios campeonatos regionales seguidos y cierta notoriedad.

En los años 30, con el inicio de la existencia del Campeonato Nacional de Liga, tuvo que comenzar en Segunda División hasta que por primera vez en su historia alcanza la Primera División en 1939. 

Es en este momento cuando el Celta de Vigo vivió una de las mejores épocas en su historia. Con el mítico Ricardo Zamora en los banquillos o Miguel Muñoz como delantero llegaron a destacar en la élite, salvo un par de campañas, hasta los años 50.

Su racha siguió con buenos resultados hasta comienzos de los 60, cuando cuajó malos partidos que lo llevaron a Segunda División durante prácticamente 10 años. Sin embargo, el Celta de Vigo se repuso y en la década de los 70 volvió a marcar una época brillante, llegando a alcanzar por primera vez campeonato europeo en la Copa de la UEFA. La alegría no duró lo que al conjunto vigués le hubiera gustado.

En los años siguientes experimentó diversos descensos y ascensos, buscando una estabilidad que no fue fácil y que tardó en llegar. Sin embargo, siempre consiguió retornar a su lugar gracias a grandes goleadores como Baltazar o Gudelj. Pero no todo fueron goles, ya que en el equipo gallego también militaron grandes guardametas como Santiago Cañizares.

Con todo ello, en los gloriosos años 90 y 2000 consiguieron una cierta estabilidad institucional y deportiva, acompañado de gran prestigio europeo y jugadores extraordinarios como Mostovoi, Karpin, Makelele y Mazinho bajo las órdenes de Irureta primero y Víctor Fernández después, aunque atravesó malas rachas que comenzaron con la llegada de Lotina. 

El Celta de Vigo, tras un periplo en Segunda, se asentó al fin en Primera División gracias a las aportaciones goleadoras de Iago Aspas y Nolito sobre el césped y Luis Enrique o Berizzo en los banquillos.