Hansi Flick ha acusado a Lamine Yamal de ser el problema del Barça contra el PSG
La falta de implicación defensiva es un problema para Flick
El plan de juego de Hansi Flick siempre ha sido más que claro. El técnico alemán depende, en gran medida, del trabajo defensivo de los diez jugadores de campo que alinea en cada jornada. En este sentido, todo el entramado defensivo organizado por Flick se basa en que los de arriba presionen a los centrocampistas rivales, de tal manera que su única forma de salir sea con un pase largo que, casi siempre, acaba con el delantero centro rival, o perdiendo el balón o en posición de fuera de juego gracias a la uniformidad de la línea defensiva del Barcelona.
Sin embargo, para ello, es fundamental que los jugadores ofensivos del Barça tengan la capacidad física y la voluntad de sacrificarse y de trabajar tanto como sea necesario para complicar y hacer imposible la salida de balón del equipo contrario. Una forma de pensar y actuar que no acaba de encajar con la nueva mentalidad que va desarrollando Lamine Yamal. Al que cada vez le cuesta más ser uno más del equipo y dedicarse a correr y presionar como el que más. Ahora es una estrella mundial y correr no va tanto con él.
Sin presión, el equipo de Flick no carbura
Como se ha ido viendo a lo largo de esta temporada, cuando no hay una implicación total en las labores de presión por parte de todo el equipo, los rivales son capaces de encontrar grietas en el entramado defensivo del Barça. Y lo hacen con demasiada facilidad. Cuando llegan fácilmente a la zona de tres cuartos, es muy fácil encontrar la espalda de los centrales, que viven desamparados a más de 40 metros de su portería, donde defender es muy complicado.
Todo esto ha llevado a Flick a acusar el pésimo contratrabajo de presión de Lamine Yamal, de ser una de las causas de la derrota ante el PSG. Y es que los parisinos encontraron a Nuno Mendes con demasiada facilidad. El portugués salió con total tranquilidad y sin que Lamine le presionara en absoluto. Lo que facilitó los ataques de un PSG que, con inteligencia, siempre buscó atacar por el flanco de Lamine.
Así pues, Hansi Flick está harto del comportamiento de estrella de un Lamine Yamal que ya quiere ser como Messi o Cristiano. Quiere estar exento de presionar en muchos momentos y eso enerva a un Hansi Flick, que sabe que sin el trabajo de todos, su esquema deja de funcionar a la perfección.