Hansi Flick ha llamado muy enfadado a Laporta para que no se lo venda al Chelsea
El Barça está buscando ventas interesantes en este mercado
A pesar de que parece que la economía del Barça está cada vez mejor, la realidad es que en la directiva culé son conscientes de que todavía falta mucho camino para llegar a un punto en el que se pueda considerar que estamos en tiempos de bonanza económica. En este sentido, Joan Laporta ya ha asumido que en algún punto va a tener que aceptar alguna de esas ventas que duelen y mucho en el corazón del aficionado blaugrana. Estamos hablando de canteranos, los cuales, a pesar de ser a los que más duele decir adiós, también son los que más beneficios dejan en la entidad, ya que no tienen ningún coste a amortizar y dejan ingresos absolutamente netos, lo que los convierte en ventas muy apetecibles.
Es por este motivo que, a lo largo de las últimas semanas, se ha estado hablando mucho sobre la posibilidad de que el Barça aceptara la venta de Marc Casadó. El mediocentro formado en la Masía ha generado cierto interés en el Chelsea, donde estarían abiertos a poner cerca de 30 millones de euros encima de la mesa por el futbolista catalán. Una oferta más que interesante y que ha hecho que Joan Laporta y Deco se planteen la posibilidad de decirle adiós.

Flick, muy enfadado con Joan Laporta
Sin embargo, el que parece que no estaba tan de acuerdo con esta idea es Hansi Flick. El alemán considera que Casadó es uno de esos jugadores que deben estar en todas las plantillas, pues, a pesar de no ser ni el más técnico ni el más privilegiado técnicamente, sí que es el más culé de la plantilla y un jugador entregado capaz de ejercer de líder a pesar de su edad, lo que lo convierte en un hombre al que Flick no quiere perder nunca.
Todo el mundo es consciente de que Casadó no va a tener mucho protagonismo a lo largo de la próxima temporada. Pero también se sabe que ni se quejará ni pondrá malas caras. Va a ser la competencia ideal para Bernal y De Jong, y es una pieza que para Flick vale mucho más que 30 millones de euros, los cuales tampoco van a salvar al Barça de ninguna penuria económica.
Así pues, enfadado como nunca y tratando de convencer rápidamente a Joan Laporta, Hansi Flick levantó el teléfono para pedir que no le toquen a Marc Casadó, que será una pieza clave para el vestuario del Barça.