Hansi Flick, obligado a intervenir por culpa de Lamine Yamal, bronca monumental

Lamine Yamal no se está esforzando como debe en los entrenamientos.

Hansi Flick, obligado a intervenir por culpa de Lamine Yamal, bronca monumental

Si hay algo que para Hansi Flick es sagrado, es la intensidad dentro de los entrenamientos. El técnico alemán es de los que piensa que se juega como se entrena y es una filosofía que lleva hasta la última consecuencia. En este sentido, en la plantilla del Barça todos son muy conscientes de que despistarse o no darlo todo en un entrenamiento les puede salir sumamente caro. Pues, cuando alguien no hace bien las cosas, recibe la reprimenda por parte de su entrenador, el cual no se contiene sea quien sea. Algo que quedó claro en el entrenamiento del pasado lunes, donde le tocó a Lamine Yamal.

La realidad es que con el paso del tiempo, Lamine se ha dado cuenta de que es la gran estrella del equipo y que su talento, en la mayoría de ocasiones, le da de sobra para ser insultantemente superior a sus rivales e incluso a sus compañeros durante los entrenamientos. Sin embargo, para Flick, el hecho de tirar de talento nunca va a ser suficiente. El alemán pide y quiere intensidad en sus entrenamientos. Algo que Lamine ya no da siempre.

Flic

Flick no le pasará ni una a Lamine

Hansi Flick es muy consciente de que no puede ser nada flexible con Lamine Yamal. El alemán sabe que si permite que su estrella haga y deshaga a su gusto en un solo entrenamiento, se va a convertir en la tónica habitual. Por lo que, lejos de ser permisivo, Flick se ha vuelto todavía más exigente que la pasada temporada. No pasa ni una sola mala actitud por parte de sus jugadores. A la que alguien no lo da todo, se para el entrenamiento y le cae una bronca importante.

Así fue como procedió con un Lamine Yamal al que le tocó ver cómo Hansi Flick le cantaba las cuarenta por no haber hecho un retorno defensivo como le pidió. A Lamine, esto de defender ya no le gusta y lo deja claro de vez en cuando, en entrenos y en partidos.

Así pues, fue en una acción donde tras perder el balón, Lamine se quedó parado, que Hansi Flick tuvo que parar el entrenamiento para dejarle claro que por mucho que sea el mejor del mundo, sigue estando obligado a trabajar defensivamente.