Lamine Yamal preocupa, y cada vez más, en el Barça que ve en el padre uno de los problemas principales
El padre de Lamine Yamal, causa creciente de preocupación en el Barça
La figura de Mounir Nasraoui, padre y representante de Lamine Yamal, está despertando recelos crecientes en el FC Barcelona. Según El Nacional, el club está inquieto por su actitud excesivamente protectora y su implicación pública en momentos delicados para el joven extremo. Lo que algunos ven como un gesto de cariño familiar, otros lo interpretan como una interferencia que complica el proceso de maduración de un futbolista de apenas 18 años.
Durante la reciente polémica por el cumpleaños de Lamine en Ibiza, organizado con figuras polémicas y con gran repercusión mediática, el padre salió en defensa de su hijo y llegó a desacreditar críticas con frases como “quien hable mal, que se mire su espalda”. Ese respaldo, sumado a su ausencia de reproches, ha activado las alarmas en Joan Laporta, Hansi Flick y dentro del vestuario: temen que su rol más de fan que de tutor pueda influir negativamente en la adaptación del futbolista, generando tensiones en temas como disciplina o imagen pública.
La llamada a la figura paterna ejemplar: una advertencia desde dentro
En el Camp Nou resonó un mensaje claro: Lamine necesita un padre que le guíe, no que le defienda ante todas las provocaciones. Según fuentes del club, tanto Laporta como Deco han recomendado a Mounir adoptar una posición más discreta y responsable. Se insiste en que hay etapas en las que el entorno del jugador debe priorizar el cuidado emocional y la humildad, no la celebridad.

Es especialmente significativo que, al poco de cumplir los 18 años, el joven extremo se haya convertido en una figura mediática de gran peso, con una renovación firmada hasta 2031 y con el dorsal 10, asumiendo una gran responsabilidad económica y social. Para muchos, su impulso mediático ha pasado del estadio al lifestyle, y el padre aparece como el principal responsable de ese cambio de enfoque.
Equilibrio entre talento y orientación
El Barça ha apostado fuerte por Lamine Yamal, renovándolo y diseñando un proyecto a su medida. Pero una estrella no puede brillar si el entorno no está equilibrado. El club confía en que Mounir rebaje su exposición pública, deje actuar a profesionales y permita que el propio Lamine siga creciendo con sencillez y foco futbolístico.

En este sentido, la preocupación no está en el talento del jugador, sino en su proceso de maduración y en los posibles efectos de un rol parental excesivo. El tiempo decidirá si el padre modera su presencia y facilita el camino a una de las grandes promesas del fútbol mundial.