Los compañeros de Lamine Yamal se están cansando de su actitud y Luis de la Fuente coincide con Flick

En la Roja también han acabado bastante hartos de Lamine

Los compañeros de Lamine Yamal se están cansando de su actitud y Luis de la Fuente coincide con Flick

Lamine Yamal se ha convertido en el foco de atención de todo el mundo. Ya sea por sus actuaciones dentro o fuera del terreno de juego, el joven talento culé es protagonista siempre. Una situación que ha normalizado y que ya vive con absoluta tranquilidad y normalidad. Sabe que es el precio a pagar por todo lo que tiene y lejos de rehuir, lo aprovecha para ser todavía más relevante y ganar seguimiento en todos los aspectos. Tanto en lo deportivo, como en redes, como en lo promocional. Se ha convertido en una estrella mundial en todos los sentidos de la palabra.

En este sentido, no son pocos los compañeros de Lamine que ya se han comenzado a cansar de él. Tanto en el Barça como en la Selección Española hay más de uno que mira con cierto recelo a Yamal, al que comienzan a considerar un pesado por todo lo que acaba llevando al terreno de juego. Y es que ese pensamiento de querer ser el Balón de Oro es algo que lo persigue constantemente. Tanto en entrenamientos como en partidos, donde muchas veces peca de individualismo.

Lamine

De la Fuente y Flick detectan el mismo problema

A pesar de que a lo largo de la concentración de la Roja, Luis de la Fuente defendió a Lamine a capa y espada, la realidad es que en privado sí coincide, en cierta medida, con lo que Hansi Flick ya expresó en su momento. Hay miedo de que el ego de Lamine acabe rompiendo el vestuario y pudra las buenas relaciones internas que se han generado. El canterano culé vive con el Balón de Oro y el gol en su cabeza, lo que hace que deje de jugar tanto para el equipo y busque más su lucimiento personal, algo que saca de quicio a sus compañeros.

En el reciente partido ante Turquía, aunque repartió dos asistencias, no fueron pocas las ocasiones en las que Lamine pecó de individualista; quiere ser el inicio y el final de la mayoría de acciones, y eso frustra mucho a sus compañeros, que se ven excluidos del ataque por el balón que amasa Lamine.

Así pues, a pesar de que no es ninguna mentira el hecho de que Lamine es el mejor del equipo, el canterano culé siempre ha pecado de considerarse demasiado superior a los demás y de amasar mucho balón, desesperando a los demás. Un problema que detectan en el Barça y la Roja.