Nike, muy enfadado con el Barça, pierde cientos de millones por una legalidad que afecta a Lamine Yamal
El auge de las falsificaciones deja al Barça sin un ingreso importante
A lo largo de los últimos meses se ha visto cómo, por las calles de varias ciudades, la camiseta del Barça ha perdido mucho protagonismo: cada vez se ven menos camisetas blaugranas en favor de otros colores. Las apuestas de las marcas por equipaciones secundarias más arriesgadas acaban gustando mucho a la afición, que se anima más a los patrones nuevos que a lo clásico de la primera equipación. Sin embargo, con el Barça hay un grave problema. Y es que la camiseta que más gusta este año no es ni la primera, ni la segunda ni la tercera: es una falsificación.
Tal y como se puede apreciar nada más dar un paseo por el centro de Barcelona durante un día de cierto calor, lo que más se ve es una extraña e inexistente equipación de color rosa. Lleva todos los logotipos oficiales del club, desde la publicidad de Spotify hasta la serigrafía oficial del club. Sin embargo, a día de hoy no se ha presentado ni se presentará ningún tipo de diseño similar. Es una invención anónima que ha llegado al mercado de las falsificaciones y que ha triunfado.

Pérdidas de millones de euros
La realidad es que, viendo la gran cantidad de camisetas que circulan por todos lados, se entiende que Nike y el Barça tengan un enfado descomunal. Y es que esta camiseta ha llegado con el estallido de popularidad de Lamine Yamal. Son miles de camisetas las que se venden y, de haber sido oficial, tanto la marca como el Barcelona hubieran recaudado cientos de millones de euros. Todo por la viralidad de la equipación.
Un estadio teñido de rosa
Si bien es cierto que esta equipación es más habitual en personas ajenas al club, como lo son los turistas, la realidad es que pasear por los aledaños del Camp Nou implica ver una cantidad muy importante de camisetas de color rosa. Es muy probable que, una vez abierto el Camp Nou, acabemos viendo gradas absolutamente rosadas y no blaugranas. Algo que seguro no gustará a nadie.
Así pues, hay cierto conflicto entre Nike y el Barça por el auge de una camiseta falsa que no ha diseñado nadie de forma oficial y que se ha convertido en la más vendida del año. Todo un drama a nivel económico.