Pedri es el único defensor de Flick en el Barça
El ambiente en el vestuario culé es cada vez más complicado
Desde que comenzó la temporada, se nota un ambiente ciertamente enrarecido en el entorno del FC Barcelona. El conjunto blaugrana está atravesando el momento más delicado desde que llegó Hansi Flick. Y es que, ya no se trata de resultados –el sábado se ganó ante el Girona– sino de la forma que tiene el equipo a la hora de jugar y de mostrarse sobre el terreno de juego. Los jugadores no están en su mejor versión y se encuentran a años luz de ella, lo que afecta al juego colectivo, a los resultados y, lo peor, al ambiente en el vestuario blaugrana, donde cada vez están peor.
En este sentido, tal y como apuntan las informaciones que han ido saliendo desde el vestuario culé, no son muchos los defensores de los métodos de Flick. Y es que, a pesar de que nadie se ha rebelado, sí que es cierto que hay más detractores que nunca en cuanto a los métodos del alemán. Los jugadores se sienten cansados y fatigados en un momento en el que no deberían estarlo. Y las exigencias del entrenador en todos los aspectos de la vida no gustan a la mayoría, que se han sumado a Lamine Yamal. Todos menos uno.
Pedri todavía cree en Flick
La realidad es que Pedri es de los pocos que sigue creyendo y rindiendo al máximo nivel con Flick en el banquillo. El canario se siente muy cómodo con lo que le plantea el entrenador alemán y lo muestra en cada partido. Es el mejor jugador del Barça de largo y el mejor centrocampista de Europa. Y eso cree que lo ha logrado gracias a todo lo que Flick le ha ido aportando.
Pocos se suman a la moción de Pedri
Si bien es cierto que Pedri es una de las voces autorizadas del vestuario, la realidad es que no son muchos los que piensan como él. De Jong también es uno de ellos, pero no hay nadie más que sea un ferviente defensor de Flick. Los demás o le dan indiferencia o están molestos.
Así pues, hay cierto malestar en el vestuario del Barça, donde las opiniones respecto a Hansi Flick comienzan a estar demasiado divididas entre los que piensan que las cosas van bien y los que creen lo contrario.