Pep Guardiola lo quiere echar ya del Manchester City porque tiene un problema con el alcohol
Pep Guardiola, harto de una estrella

La lista de jugadores que están defraudando con su desempeño en la presente temporada en el Manchester City es prácticamente interminable, y podemos destacar múltiples nombres propios, entre los que se encuentran los de Manuel Akanji, Bernardo Silva, Phil Foden, Kevin de Bruyne o Rubén Días. Aunque el caso más significativo de todos es el de Jack Grealish, quien ya ha perdido por completo la confianza de Pep Guardiola, que está harto de él.
Tuvo un primer año de adaptación al Etihad Stadium, desde donde pagaron 116 millones de euros por su fichaje, siendo la operación más cara de la historia de la entidad. Pero en su segunda campaña fue vital para conquistar el triplete, y alzar por fin la ansiada Champions League que tanto se resistía. Sin embargo, esto fue solo un espejismo, y el curso anterior ya tuvo muchos baches, y sufrió algunos problemas extradeportivos.
Y en la actual temporada ha perdido por completo las opciones de ser titular, y se ha visto relegado a un segundo plano. Llegó a estar más de un año sin ver portería, un dato preocupante para un futbolista que juega como atacante, y para más inri, recientemente fue protagonista por otro escándalo lejos de los terrenos de juego, tras haber sido cazado por las cámaras saliendo en un evidente estado de ebriedad de un pub nocturno situado en la ciudad de Newcastle.
No es la primera vez que Grealish protagoniza un incidente de este tipo, y ha demostrado tener serios problemas con el consumo de alcohol, lo que sin duda alguna ha influido en el pobre rendimiento que ha demostrado. Guardiola está cansado de su comportamiento poco profesional, y más en el momento que está atravesando el City, que necesita a tener a todos los jugadores implicados al 100% para abandonar la crisis tan preocupante que atraviesan.
Pep ya ha perdido los nervios con el canterano del Aston Villa, y lo tiene sentenciado para el próximo año, por lo que ha pedido que le busquen un comprador y que se despida de forma definitiva, aunque no puedan recuperar el dineral que pagaron en su día.