¡Brutal! El fichaje que busca el Real Madrid y que destrozaría al Barcelona
El jugador encantado con poder jugar en el Madrid, ¡Es la sensación de la Premier!
Si hay algo que duele a Madrid o Barcelona es que alguno de sus ex jugadores acaben firmando por el eterno rival. Por mero orgullo y sobre todo porque supone un fracaso. Si el jugador tenía nivel para jugar en su equipo, ¿cómo lo dejaron escapar y ahora acaba firmando por el eterno rival? No hay muchos casos, pero cuando ocurren, destrozan a quien lo sufre. El último caso es el del japonés Takefusa Kubo.
Ahora es el Madrid quien busca destrozar, nuevamente, al Barça. El equipo culé últimamente confía menos en la cantera y más en la cartera. Fruto de este nuevo sistema, impuesto por el mercado y por las necesidades de títulos, han salido del club catalán numerosos canteranos en busca de un futuro mejor.
Thiago Alcántara, traspasado al Bayern de Múnich, Gerard Deulofeu, que volvió pero solo aguantó 3 meses en su segunda etapa en el club, Carles Aleña, que se ha ido cedido ahora al Betis, Mauro Icardi que estuvo 4 años en la cantera del Barcelona… son muchos los que se han ido marchando en busca de su oportunidad.
Uno de ellos, que para muchos ya estaba olvidado, es Adama Traoré. El extremo español es la sensación de la Premier. Por su fútbol y por su físico. Es un portento, una bestia que está destrozando defensas y llenando portadas.
El otro día en una entrevista a un medio español sorprendió diciendo que no hacia pesas. Que su desarrollo muscular era algo natural. Y además dejo un titular: “no me importaría jugar en el Real Madrid”. Puerta abierta. Florentino ha recogido el guante.
En el Wolverlhampton, equipo donde juega el extremo, saben que tendrán ofertas por él en verano. No quieren bajar de los 60 millones, pero depende del rendimiento del jugador de aquí a junio. Incluso muchos le ven yendo a la Eurocopa. Es un jugador diferente, con mucho desborde, y puede dar soluciones diferentes a Luis Enrique.
El Real Madrid prepara la vuelta de Traoré a España, para vestir su camiseta y no la del Barcelona. Otra operación redonda. Dando donde más duele, en el orgullo.