Se destapa la realidad financiera del Barça. ¡Ni para comprar pipas!
Los socios indignados
Lo veníamos comentando desde hace un tiempo, la situación financiera del Fútbol Club Barcelona es dramática. El club no tiene nada ahorrado y su caja fuerte esta vacía. Los fichajes de invierno, Trincao, Matheus Fernandes y Santiago Ramos vaciaron una caja que anda ya tiesa. El plan de Bartomeu era llegar lejos en la Champions para maximizar los ingresos y cerrar algún nuevo patrocinio. El coronavirus rompió todas las previsiones.

Muchos clubes, como es el caso del Real Valladolid o el Getafe, asumen que el año que viene será un año de pocos ingresos y por lo tanto pocos gastos. Pero son conscientes de la realidad en la que viven sus socios y abonados y por eso han decidido devolverles el dinero de los partidos que no podrán ver en directo. Incluso Ángel Torres, presidente del Getafe, piensa regalar el año que viene el carnet, se pueda ver fútbol en directo o no.
El Madrid, por ejemplo, aún no se ha pronunciado al respecto. El dinero que generan los clubes de los socios es un dinero que va directamente a cubrir gastos vitales como los sueldos de los jugadores, es un dinero que siempre cuentan en su balance como un ingreso y que este año va a hacer que las cuentas de muchos descuadren.
Bartomeu ya ha dejado caer que no va a devolver el dinero a los socios. Hubo una información la semana pasada donde se intuía que serían los mismos socios los que tendrían la opción de dejar o no el dinero al club, pero ayer mismo se filtró que el Barça no daría ni la opción. Se quedaba con su dinero.
Ha causado esto gran revuelo en Barcelona. Muchos socios están indignados ante el trato sufrido y ya se están reuniendo para crear una plataforma y poder incluso llevar el tema ante un juzgado. ¿No pueden ver los partidos y les cobran por un derecho que se les priva? Parece que no tiene mucho sentido.
Esto no deja de demostrar que la situación económica del Barcelona es dramática. Los fichajes de Neymar y Lautaro parecen ahora mismo ciencia ficción por mucho que se empeñen en Barcelona. Lo medible no es opinable, y la realidad es la que es. Bartomeu no tiene ni un duro.