El Barça se incendia: estalla un nuevo caso Messi con otra estrella

El Barça se incendia: estalla un nuevo caso Messi con otra estrella

Bartomeu no de abasto con tanto fuego y Koeman mira para otro lado

El FC Barcelona está a un paso de arder de dentro para fuera si a los malos resultados y sensaciones de la temporada pasada, cuyo colofón fue el 2-8 del Bayern de Múnich en la Liga de Campeones (el más grande pero no el único ridículo en la máxima competición continental de los blaugranas), unimos la cuestión Messi, casi indescifrable en sus capítulos, y ahora una nueva bomba de relojería, con otra estrella de la plantilla que se quiere ir.

Y las similitudes son casi idénticas a las del caso Messi, porque Arturo Vidal es objeto de deseo de Antonio Conte y el Inter de Milan (donde según el chileno querría haberse ido la pasada campaña, según apuntan ciertas fuentes) pero los nerazzurros le exigen al jugador que para firmar por el cuadro italiano consiga la carta de libertad, algo que el Barça no está dispuesto a darle.

Vidal

El problema para los dos jugadores es enorme, ya que no quieren quedarse pero tienen complicado irse; y también para el Barça, que aspira a tensar la cuerda con dos futbolistas con mucho peso en la plantilla culé y en el fútbol mundial y que, en conjunto, suman una salario que se va más allá de los 100 millones de euros. Las cifras, por tanto, asustan y nadie sabe hacia qué lado se decantarán los acontecimientos de dos jugadores fundamentales para su respectivas selecciones nacionales y que, por tanto, no se pueden permitir un año en blanco ya que desean brillar en la Copa América.

Desde luego que por peso e historia la huida del argentino es mucho más complicada que la del chileno, más aun teniendo en cuenta que pese a que Vidal se está ejercitando junto a Ronald Koeman y el resto de la plantilla disponible, no cuenta para el nuevo míster. En este asunto Koeman no quiere saber nada y así se lo ha dicho a Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, que es quien recibe todas las patatas calientes desde hace ya mucho tiempo, pero el neerlandés ha sido claro: yo no le quiero, ha de salir. Eso sí, las formas se las deja al club.