El heredero de Luis Suárez es un fracaso: su carrera está estancada

Abel Ruiz era la gran joya del Barça y del futbol español para acabar siendo el delantero centro titular durante muchos años. Se dio a conocer cuando todavía militaba en el Valencia, en el famoso torneo de Arona que alberga a varios de los mejores equipos del continente en categoría sub 12. Y sus destacadas actuaciones y sus características lograron llamar la atención del cuadro azulgrana, que no se lo pensó dos veces, y le fichó para sus categorías inferiores.

Allí fue quemando etapas y subiendo peldaños a una velocidad de vértigo, jugando siempre con chicos mayores que él. Pero lo compensaba con su privilegiado físico, pues se desarrolló muy pronto, y siempre lucía una envergadura y una fuerza descomunal. En La Masía se hablaban maravillas del valenciano, y formó parte de la plantilla que conquistó la UEFA Youth League en 2018. Esa misma temporada, también se asentó en el filial, en La Liga SmartBank.

Paralelamente, era un fijo en la selección española, con la que conquistó el Europeo sub 17 y sub 19, y fue subcampeón del Mundial sub 17, siendo el capitán de ese equipo, y el máximo goleador, en un combinado donde había cracks como Ferrán Torres, Sergio Gómez, Hugo Guillamón o Juan Miranda. Parecía cuestión de tiempo, pues, verle en el Camp Nou, donde trataba de aprender en los entrenamientos de uno de sus grandes ídolos, Luis Suárez.

Pero la realidad es que nunca se le dio la confianza necesaria, pese a que llegó a hacer su debut con el primer equipo en La Liga Santander. Le escoció mucho que apostaron antes por Carles Pérez y por Anssumane Fati, y Abel tomó la decisión de irse el pasado mes de enero de 2020, hace justo un año. Su destino fue el Sporting de Braga, que invirtió ocho millones de euros, en una operación paralela a la que llevó a Francisco Trincao al Barça.

Y allí tampoco ha podido asentarse, pues solo ha jugado 867 minutos, la mayoría de ellos, en la Copa. Porque sumando la Liga NOS y la Europa League, no llega ni a los 500.

Claramente se ha estancado.