Es el sustituto natural de Busquets: el fichaje que el Barça estudia
Es una opción muy a tener en cuenta
La etapa de Sergio Busquets ya ha acabado. Estos últimos años, todavía vivía del crédito de temporadas anteriores, en las que era intocable, y uno de los mejores jugadores del planeta en su puesto, si no el mejor. Pero es innegable que, sin ir más lejos este mismo curso, en nada se parece a ese crack que asombró a todos con su rendimiento. Ha estado muy lento y fallón, y ya ha comenzado la cuesta abajo de su carrera, por más que duela asumirlo.
A sus 32 años, ha entrado en un declive deportivo del que no tiene escapatoria, y que amenaza, no solo con quitarle la titularidad en el Barça, también en la selección española. Ronald Koeman ha cambiado el sistema, del clásico 4-3-3 al 4-2-3-1, y ha apostado por Frenkie de Jong y Miralem Pjanic como titulares. Y la cosa puede ir incluso a peor, si finalmente llega Georginio Wijnaldum desde el Liverpool de Jürgen Klopp.
En ‘la Roja’, Luis Enrique le ha dado un voto de confianza, pero tiene a Rodrigo Hernández, del Manchester City de Pep Guardiola, en el banquillo. O se pone las pilas, o será el elegido para ser el fijo en la Eurocopa. Un torneo al que incluso el de Badia del Vallés puede no ir, si no tiene minutos y continuidad. Porque Josep María Bartomeu ya ha activado la búsqueda de un crack para que se convierta en su heredero natural.
Y el que más parece seducir es Bruno Guimarães, al que se le viene haciendo un seguimiento exhaustivo. Concretamente, desde que comenzó a despuntar en las filas del Atlético Paranaense, llamando la atención de varios de los clubes más importantes de Europa. Pero, finalmente, y aunque estuvo cerca de seguir a su compañero Renán Lodi, y marcharse al Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, se decantó por el Olympique de Lyon.
25 millones de euros pagaron, y ha convencido desde el primer día, siendo titular indiscutible, y siendo clave para llegar a la semifinal de la Champions League. Ahora, podría irse, si llega una oferta que ronde el doble de lo que invirtieron.
Conviene no perderle la pista.