Florentino Pérez celebra haberle rechazado: un crack no levanta cabeza

Mucho de que hablar dio Adrien Rabiot hace un par de años, momento en el que finalizaba su contrato con el Paris Saint-Germain. Se convirtió en una de las mayores gangas que ofrecía el mercado, y sonó para varios clubes importantes, como el Tottenham Hotspur, el Liverpool de Jürgen Klopp o el Manchester City de Pep Guardiola. Y, como no, también para el Barça y para el Real Madrid, en especial, para los primeros.

Mantuvieron conversaciones muy avanzadas, pero las elevadas exigencias del internacional francés, que pedía un salario y una prima de fichaje astronómicas, lo echaron todo por los suelos. Zinedine Zidane, cuando regresó al cuadro blanco, también se lo pidió a Florentino Pérez, que ni siquiera estudió su posible contratación. No le veía necesario, y ya sabía todo lo que pediría un jugador al que veía muy sobrevalorado, y que dudaba que pudiera ser de ayuda por su nivel.

De modo que no le quedó de otra que irse a la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo, la única escuadra que de verdad apostó por él. Allí, le pagaban todo lo que pide y más, así que puede estar satisfecho, pero, si su ambición era ser titular y seguir creciendo, no lo está consiguiendo. La pasada campaña fue suplente habitual, y tuvo un rol completamente secundario. En esta, en cambio, sí que viene contando con más protagonismo, con Andrea Pirlo en el banquillo.

Pero tampoco es indiscutible, ni mucho menos, y su nivel no es que esté siendo especialmente bueno. De hecho, ha sido bastante criticado por la prensa, y es señalado como uno de los culpables tras la eliminación en los octavos de final de la Champions League ante el Oporto. En la Serie A, por su parte, también vienen haciendo un ridículo espantoso, ya que actualmente son terceros en la tabla. En el Santiago Bernabéu celebran no haberle fichado.

Hubiera sido otra apuesta fallida, como Luka Jovic. Y lo que le pasa ahora a la ‘Vecchia Signora’ es que no ven la manera de deshacerse de él. Tiene contrato a largo plazo, y su salario no puede pagarlo nadie.

Rabiot no se quiere mover.