Florentino Pérez lo quiso fichar (y es un jugador del Barça)

Florentino Pérez lo quiso fichar (y es un jugador del Barça)

Intentó llevárselo al Real Madrid

Ronald Araújo ha tenido un 2020 para el recuerdo. Porque, a pesar de todo el asunto de la pandemia, no se puede quejar ni decir que la suerte no ha estado de su lado. En enero, le dieron la oportunidad de ascender al primer equipo del Barça, después de la salida de Jean-Clair Todibo, cedido al Schalke 04. Y en los pocos minutos que tuvo se ganó la confianza, tanto de Ernesto Valverde, primero, como de Quique Setién, después. Y ahora, ha hecho lo mismo con Ronald Koeman.

Después de un mercado sin fichajes para la zaga, le han dado ficha y dorsal profesional, pues seguía con la del filial. Allí, llegó en enero de 2018, considerado una de las grandes promesas de su país, y no tardó en hacerse con un puesto como titular, y como el jefe de la defensa. Ahora, ya es el tercer central de la plantilla, solo por detrás de Clément Lenglet y de Gerard Piqué, y por delante de un Samuel Umtiti perseguido por las lesiones.

Araujo

A sus 21 años, tiene unas grandes cualidades, y convence siempre que juega. Es muy alto, 191 centímetros, no es nada lento ni torpe, tiene muy buena salida de balón, coordinación, tiene carácter y personalidad… y ya ha sido convocado para la selección absoluta de Uruguay, con la que aún no ha debutado. Algo que puede hacer realmente pronto, antes de que acabe este parón. Si no, lo hará en un futuro próximo, pues ha llegado para quedarse.

Pero la historia podría haber sido muy diferente. Porque, cuando aún jugaba en Boston River, donde llegó procedente del modesto Rentistas, tuvo más ofertas, además de la del Barça. Y una de ellas fue del Real Madrid, que le ofrecía más dinero y un contrato más importante, además de más primas y comisiones para su agente. Pero Araújo decidió desestimarla, ya que creía que tendría más oportunidades de consolidarse en el Camp Nou.

A parte, siempre le han tirado más los colores azulgranas. Y no dudó en rechazar a Florentino Pérez, que se quedó sorprendido, y sin margen de maniobra.

No le ha ido mal.