Florentino Pérez y Zidane hablan con el crack y lo quieren listo el día 21

Florentino Pérez y Zidane hablan con el crack y lo quieren listo el día 21

Será titular indiscutible en la medular blanca

El parón por la Covid-19 ha dejado en el aire un tema candente durante toda la temporada en el Real Madrid; y este es referido a una incorporación galáctica, en forma de increíble negocio para los blancos y que ahora vuelve a primera línea de actualidad. Tanta que el presidente del club, Florentino Pérez, y el entrenador del equipo, Zinedine Zidane, quieren hablar con el jugador y certificar su incorporación en las próximas fechas.

Es el jugador llamado a dominar el centro del campo merengue en las próximas temporadas y tiene calidad de sobra para hacerlo. La inmediatez que requiere una conversación con este crack viene dada por las circunstancias inquietantes que le rodean y que no gustan en Madrid. La bomba la realizó el presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, asegurando que Martin Odegaard previsiblemente se quedaría en el equipo de Donosti la próxima campaña.

Y este hecho es completamente contrario a la intención del club propietario del futbolista, el Real Madrid. De ahí que este domingo, día 21, tanto el dirigente como Zizou quieren acercarse al jugador noruego con motivo de la visita de los de Concha Espina a los blanquiazues, y darle así a Odegaard plena confianza de cara a la pretemporada que se iniciará tras la disputa de la Champions League, en el mes de agosto. Esto no para y el club de la capital de España no tiene ninguna intención de mantener otro año al jugador del norte de Europa en su préstamo.

La Real no ha empezado bien esta reanudación de liga pero su excepcional plantilla y la amenaza de su estrella, el jugador del Madrid, hacen de Anoeta un campo muy complicado. El Madrid está obligado a ganar para acercarse o superar al actual líder de la liga española –a expensas de lo que haga el FC Barcelona hoy (22.00, hora española) ante el Sevilla, tercer clasificado, en el Sánchez Pizjuán-. Los blancos no pueden fallar pero puede ser su jugador el que lo provoque.